Ataque al Belgrano: “No fue fácil la decisión de saltar a la balsa”

Nilo Navas, sobreviviente al naufragio del crucero ARA General Belgrano del 2 de mayo de 1982, habló este mediodía con La Brújula 24 para recordar a los héroes muertos -12 de ellos bahienses- en aquel ataque de un submarino nuclear inglés.

“El buque estaba navegando en zona de exclusión impuesta por los británicos 200 millas alrededor de Malvinas. El submarino nos tenía en la mira y nos venía siguiendo desde el 30 de abril. Nunca nos enteramos ni tuvimos forma de detectarlo; tampoco nuestros buques escolta. Una de las grandes características del submarino nuclear es esa: actuar con el factor sorpresa”, expresó Navas a “Hora Pico”.

“Todo lo que los británicos hicieron para apoyar a su tropa era lo que íbamos a hacer, pero nosotros no lo pudimos hacer porque nos atacaron antes. El Belgrano, tratando de cumplir con su objetivo, es hundido en combate el domingo 2 de mayo a las 15.55. El Conqueror nos disparó tres torpedos; dos nos impactan, el primero en la popa y el segundo en la proa. Prácticamente mueren en el acto 300 soldados y luego llegó la lucha por la supervivencia, porque hubo que ir a las balsas y no fue fácil. De hecho, 23 soldados mueren en las balsas”, agregó.

Resaltó que este día pero del año 1982 Ees una tragedia para la historia contemporánea Argentina”. “La mitad de las bajas de argentinos durante la guerra fueron del Belgrano. Es una fecha clave porque se terminan las negociaciones diplomáticas con el Reino Unido. Hasta esa mañana había diálogo, pero la escalada bélica le puso fin al vínculo”, recordó.

“Argentina tenía un gobierno de facto, una dictadura que se caía a pedazos. El Reino Unido tenía un gobierno democrático, pero también se caía a pedazos y de pronto Malvinas se convierte en un trofeo de guerra. Era como que, el que ganaba Malvinas, se quedaba en el poder: Margareth Tacher se quedó hasta finales de los 80′, se retiró con título de nobleza y, cuando muere, le hacen una sepultura de monarquía”, indicó.

Navas recordó uno de los momentos más difíciles luego del ataque al crucero, cuando llegó el momento de ponerse a salvo en el naufragio.

“En el momento que tenés que saltar, hay que tomar la decisión. En mi cabeza se cruzó la duda, no es fácil. Nosotros habíamos practicado salto por la borda en pileta cubierta y nos reíamos todos porque era agua climatizada en Puerto Belgrano. Traspolemos eso al atlántico sur, con 10 metros de olas, 10 grados bajo cero, 120 kilómetros de viento; tragedia, fuego, gente herida, gente muerta. Andá y tirate…”.

“El hundimiento del Belgrano lo divido en tres etapas: sobrevivir al ataque; tomar la decisión de saltar; y sobrevivir en la balsa. Hay constancia de gente que se la vio en la cubierta y después no apareció. Vivos o muertos tenían que aparecer, y no los encontraron”, advirtió.