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se dijo en la brújula 24

Bebé abandonado en una iglesia: “Ojalá pueda volver con su mamá”

Fue en Rosario. El cura que estaba oficiando la misa en ese momento remarcó que “es la primera vez en la vida que me pasa algo así”.

Foto ilustrativa

El sacerdote Víctor Pratti fue testigo de una escena desgarradora que se desplegó en la parroquia Inmaculada Concepción del barrio Pichincha, Rosario, cuando entre los fieles y el murmullo de las plegarias, una mujer irrumpió en llanto, dejando a su bebé recién nacido junto con sus pertenencias y se fue del lugar.

Pasaron algunos días, pero el religioso no sale de su asombro, de la gran conmoción por lo vivido. Esta mañana, en contacto con el programa “Bahía Hoy”, que se emite por LA BRÚJULA 24, recordó que “habíamos comenzado la misa del Jueves Santo, que es muy importante, y cuando pasaron unos 15 minutos empecé a ver desde el altar hacia afuera que había sirenas, policía, luces de ambulancia, y no entendía lo que pasaba”.

“Una chica dejó en el atrio del templo, abandonado, a un chiquito de dos días. Creo que lo tuvo, lo trajo y lo dejó ahí. Hubo gente de la parroquia que vio ese bulto tapado con una pequeña frazada y se encontraron con el bebito”. “Enseguida llamaron a la policía que vino con la ambulancia y comenzaron a atenderlo. Yo no entendía nada hasta que no pude más, estaba muy preocupado, se me hacía muy difícil continuar. La chica que me comentó lo del bebé me pidió que estuviera tranquilo y terminara la misa”, contó.

“Lo hice, terminé la misa, fui y me encontré con la gente del servicio de salud, con los policías. Fue una conmoción muy fuerte, era un acontecimiento muy importante. El nene estaba muy bien por suerte, muy limpito. Una chica de la parroquia fue la que le dio de mamar porque el chiquito buscaba. Después fui y lo bauticé ahí en la ambulancia y lo llevaron para el sanatorio”, expuso Pratti.

A modo de análisis, señaló que “debe haber sido fuerte para la madre, yo le pedí en todas las notas que di en radio que vuelva, que nos diga cuál es su situación. Lo dejó pensando en él, en la puerta de la parroquia, con el templo lleno, porque sabía que la iban a ayudar. Yo estoy muy preocupado por la pobre mujer, vivimos momentos muy difíciles que llevan a alguien a desprenderse tan hermoso como es su hijo”.

“Yo no pude sacarme de la cabeza en toda la Pascua a este chiquito, que ya está en las manos que tiene que estar. Recé mucho por él y por ella, pero ojalá que lo vuelvan a vincular con su mamá”, consideró. “Es la primera vez que me pasa algo así en la vida, pero fue muy fuerte”.

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