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Aldosivi-Alvarado

El “clásico prohibido” que vuelve a jugarse después de casi tres décadas

Este sábado vuelven a enfrentarse en el mundialista Minella; será el primer duelo entre ambos en el siglo XXI.

En el país que es último campeón del mundo, único donde la competencia profesional se disputa solo con hinchas del equipo local para evitar enfrentamientos y agresiones con sus pares de otros colores, hay una ciudad donde desde hace casi tres décadas el extremo para gambetear esa hipótesis de violencia es evitar que dos clásicos rivales se crucen en un encuentro de fútbol.

Esas dos pasiones antagónicas, desafiantes desde los paravalanchas y los grafittis sobre paredones, conviven en estas playas con poco más de 800.000 habitantes estables donde cruzarse con los más alejados es una situación casi cotidiana, incluso dentro de un mismo barrio. Pero a veces por razones deportivas, otras por obra de manos políticas y dirigenciales, a ese puñado de fanáticos y simpatizantes no solo se les impide desde 1997 coincidir en tribunas enfrentadas dentro de un mismo campo de juego. Ni siquiera se ha podido generar un amistoso a puertas cerradas entre ambos equipos.

El final de este cuento de partido prohibido tiene fecha: este sábado, en el estadio José María Minella y desde las 15.35, con arbitraje de Nazareno Arasa, sobre el césped volverán a estar frente a frente futbolistas profesionales de Alvarado y Aldosivi, en el marco del cruce interzonal del torneo de Primera Nacional.

La última vez había sido hace casi 27 años y con un cruce que en parte explica todo lo que vino después: apenas se jugaron 20 minutos del primer tiempo porque hubo incidentes entre ambas hinchadas. Esa tarde había apenas 1.200 personas en la cancha del humilde club River, cerca de Juan B. Justo y Champagnat, más conocida como La pradera. Iban 0 a 0. Luego el partido se lo darían ganado a Alvarado. Pero el derrotado, no hay dudas, fue el fútbol.

La oportunidad del reencuentro con pelota de por medio se gestó a partir de un cambio dispuesto por la Asociación del Fútbol Argentino en la organización del torneo de Primera Nacional, donde el año pasado ambos coincidieron tras el descenso de la institución del puerto, pero donde no llegaron a cruzarse. Sin lugar a dudas, por una estricta –y exclusiva- decisión de mantenerlos en zonas distintas. Y rogar que las instancias de definiciones no los tuvieran cara a cara.

Ahora, con este giro que establece enfrentamientos interzonales que habilita ronda de clásicos como en la máxima categoría, los dos equipos marplatenses con mayor cantidad de seguidores en la ciudad se cruzarán no una sino dos veces. La segunda será en la fecha 27 y la condición de local en esa oportunidad le corresponderá al equipo azul y blanco.

Hay una certeza anticipada sobre la presencia de público en ambos partidos: “Solo se jugará con parcialidad local”, había anticipado la delegada local de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), Mercedes Paganini. Y así será. Primero será turno de la gente de Aldosivi. Los de Alvarado tendrán su lugar en las tribunas para la revancha.

El Estadio Mundialista llega a este hito histórico con más de tres años de inhabilitación parcial de sus comodidades. Puntualmente la platea techada, que no se puede utilizar por el mal estado de los caños de hierro que soportan la cubierta. A pesar de algunos proyectos, nada se hizo aún por mejorar esa situación.

El reencuentro será en el marco de un operativo de seguridad con más de 350 policías afectados. Habrá un foco central en el escenario deportivo, pero también una planificación para lo que seguirá cuando finalice el juego. Alvarado ya convocó a sus hinchas en el predio deportivo en zona Sur, cerca de ruta 88, donde dispondrá pantallas gigantes. Los seguidores de Aldosivi, que verán en el partido en el estadio, luego desconcentrarán seguidos de cerca por patrulleros y unidades especiales.

Esto es Aldosivi-Alvarado. Puerto frente a Matadero. La Pesada ante La Brava. Tiburón contra Torito. Los paredones en verde y amarillo ante las pintadas a puro azul y blanco. El 13-0 inolvidable de 1994 en el Estadio San Martín versus el “abandonaste” del último partido. Hay mucha chicana y amenaza cruzada en esta historia de rivalidad, que en lo deportivo tiene menos de una década, pero que se extendió y afirmó lo suficiente para ser la más notoria en la ciudad.

El clásico histórico aquí hasta mediados de la década del 80 fue entre San Lorenzo y Kimberley, desplazado por la merma deportiva de ambas instituciones y el peso que estas otras dos ganaron a fuerza de gente.

La tensión, según se reconstruye, nació y se dio por terceros. Cuenta la historia que, en 1988, dirigentes de Deportivo Norte tentaron a hinchas fuertes de Alvarado para darle poder a su tribuna en un cruce definitorio con Aldosivi por torneo local. Deportivo Norte avanzó y por una plaza en el nivel nacional se enfrentó con Nueva Chicago, que tenía a uno de sus barrabravas ya radicado en el puerto. Y fue quien, a partir de la buena relación, arrastró a las gradas a los hinchas de Aldosivi. Desde entonces, ese antagonismo.

Aquel partido de hace casi 27 años en la cancha de River marcó el fin de una década de cruces picantes en la cancha y en las calles. Entre peleas, gases y balas de goma fue el cierre lamentable de un historial de 88 cotejos oficiales entre Alvarado y Aldosivi. Los del Puerto están arriba con 34 ganados contra 31 de su rival. Hay casi dos generaciones que nunca los pudieron ver frente a frente, en una cancha. El sábado tendrán la oportunidad cuando se reactive esa estadística, detenida en el tiempo desde el 10 de agosto de 1997.

Fuente: La Nación

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