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sigue en terapia intensiva

Sobrevivió a la tragedia en Bahiense del Norte: “Estoy feliz a pesar de haber vivido lo peor”

La mujer, de 45 años, se encuentra en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento y fue la más grave de las víctimas del derrumbe, el pasado 16 de diciembre. En ese mismo lugar también se encuentra internado Ariel Ferro, otro de los heridos.

Melisa Durando junto a su esposo Dani Merlo, también herido en el derrumbe, y sus dos hijos

Cecilia Corradetti / [email protected]

Melisa Durando volvió a nacer el pasado 16 de diciembre y es un verdadero milagro. Ella misma, en diálogo con La Brújula 24, desde terapia intensiva, lo contó detalladamente a través de un audio de WhatsApp.

“Me estoy recuperando, luchando con unas bacterias y luego vendrá la rehabilitación ya que fui sometida a diversas cirugías y deberé empezar de nuevo a caminar. Hace dos meses y medio que estoy acostada”, sostuvo, aún con su traqueotomía.

“No quiero dejar de expresar la felicidad que siento al haber recibido tanto amor y apoyo de la familia, amigos y desconocidos que se acercaron a donar sangre, a expresar su aliento, a rezar, a preguntar. Un gracias infinito”, reflexionó, para agregar sentirse “sorprendida” por lo que su estado de salud generó en la comunidad.

“Pese a todo lo que estoy viviendo, que, sin dudas, fue lo peor que me tocó vivir en toda mi vida –expresó— me siento feliz”.

Mencionó también a quienes ayudan a su esposo, que también resultó herido y está en rehabilitación en su domicilio bahiense. “Tiene mucha gente alrededor que lo ayuda con los chicos. Invalorable”, indicó.

Melisa confesó que no podría nombrar a alguien en particular: “Son muchos los que están a nuestro lado”.

Ante la pregunta de qué recuerda de aquel día, sostuvo: “Solo sé que entré al club. De allí en más no tengo idea”.

La mujer, de 45 años, madre de dos niños y casada con Héctor Daniel Merlo, fue la paciente más grave de aquel día trágico que enlutó a nuestra ciudad luego de una catástrofe climática jamás vivida en la zona.

Su mamá, Eva Milozzi, aseguró que su hija es una “guerrera” que lucha día a día por recuperarse y volver a su hogar.

Extraoficialmente pudo saberse, además, que en ese mismo instituto se encuentra internado Ariel Ferro, de 43 años, quien sufrió lesiones en la columna y también se recupera paulatinamente.

La tragedia en bahiense marcó a la ciudad

Eva relató: “A Meli se le ‘apagó la luz’ aquel día cuando el techo cedió y se derrumbó. Recién hace unos días volvió a ser ella”.

A pesar de su lucha inmensa, Melisa sigue con altibajos. Aún está vendada y sufre las secuelas de múltiples cirugías. La más compleja fue en el sacro. También intervinieron su pulmón, pelvis, tibia y peroné. Tiene colocada una traqueotomía y en Bahía Blanca sufrió un virus intrahospitalario que hizo retroceder su estado de salud.

“De todos modos se repuso bastante rápidamente porque es una guerrera. Lo más complicado son las bacterias y para combatirlas le dan una batería de antibióticos que le producen otras consecuencias”, señala su mamá, que la acompaña en Buenos Aires. Dijo que se demora su derivación a un centro de rehabilitación, período que será también muy extenso.

“Pero siempre con la confianza en su recuperación. Extraña mucho a sus hijos y a su esposo, que también se está recuperando en su domicilio”, agregó. Muy pronto irán a visitarla.

Tras haber evolucionado en el Hospital Municipal Dr. Leónidas Lucero, los profesionales derivaron a la paciente a Buenos Aires. En Bahía Blanca había pasado a sala común y había compartido la habitación con su esposo, aunque no podían verse. Ambos estaban inmovilizados. “Igual fue muy emocionante”, aseguró.

Más tarde, en Buenos Aires, Melisa estuvo sedada y siendo evaluada para saber cómo empezar.

“Tuvo que volver al respirador. Todo es un día a día, momentos en que mejora y otros en que presenta complicaciones”, explicó su mamá, que no se separa de ella ni un minuto.

En una conmovedora carta que Milozzi escribió días atrás en sus redes sociales, expresó su agradecimiento a quienes auxiliaron a su hija e hijo político.

“Un gracias especial a usted señor, que no conozco, y sin dudarlo rescató a mi hija de donde yacía debajo de los escombros del club Bahiense del Norte. Le debo un fuerte abrazo que algún día le daré en persona”, señala.

Continúa: “Gracias a los servidores públicos que acudieron rápidamente a socorrer a las víctimas, bomberos, policía, Defensa Civil, ambulancias y a quienes ante el caos reinante auxiliaron sin dudar”.

“Eternamente agradecida al Hospital Municipal. Desde la guardia, que volcó todo su profesionalismo, pasando por sala 9, equipo de cirujanos, enfermeros y personal en general. Les salvaron la vida a los dos. Gracias al servicio de Terapia Intensiva, tienen alas, son ángeles. Gracias por cada parte médico, la contención y el cariño. Todos prepararon con mucha dedicación su traslado a Buenos Aires”, sigue.

También mencionó al servicio de ambulancia de terapia intensiva, terapistas, kinesiólogos y a la obra social OSDE, compañeros de su hijo político; a Leandro Ginóbili y a Iván, que facilitó un departamento en Buenos Aires para que Eva se aloje mientras dure la recuperación de Melisa.

“Gracias a Dios por la maravillosa familia que me dio, mis otros hijos Mariela y Fabián, nietos, hermanas, primos, sobrinos, los amo con todo mi corazón. Todo mi cariño para mis amigas del grupo de Rosario, contactos, seres queridos y amigos de las redes sociales por orar y tirar energía. No tengo palabras para expresar mi gratitud”, concluyó.

Mamá dedicada que siempre apoya a su hija en el mundo del patín

Pocas horas después del episodio, La Brújula 24 publicó una semblanza de Melisa y mencionó sus características como persona, como madre y esposa.

Se trata, de acuerdo con muchos allegados a los que este medio consultó en su momento, de una madre dedicada, una emprendedora y una mujer que apoya infinitamente a su hija en el mundo del patín acompañándola en cada show, ensayo o presentación.

Su hija, que patina desde muy pequeña, estaba aquel sábado ensayando en otro sector del club alejado de las gradas y, por lo tanto, resultó ilesa, mientras que su esposo, Daniel “Dany” Merlo, sufrió politraumatismos, se encuentra enyesado y estuvo poco después fuera de peligro. El hijo menor de la familia no había concurrido la noche del 16 al evento de patín porque estaba en un cumpleaños.

Melisa y Dany forman una pareja unida y consolidada. “Siempre la acompañaban a su hija en cada evento y hace poco habían estado en Monte Hermoso. Es una mamá puntillosa, que se encargaba de maquillarla antes de salir a la pista y trataba de que nunca le faltaran buenos patines”, relató una prima.

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