El drama de la educación: por qué el nivel es tan bajo en el país

Irene Kit, presidenta de la Asociación Civil Educación para Todos e integrante del Observatorio de Datos de Argentinos por la Educación, habló esta mañana con La Brújula 24, respecto de los críticos resultados de las pruebas PISA.

Cabe recordar, tal como informó días atrás este medio, que los estudiantes argentinos alcanzaron 378 puntos en Matemáticas, disminuyendo un punto en comparación con la edición anterior y quedando casi 100 puntos por debajo del promedio de los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), que registraron 472 puntos.

“Las evaluaciones nacionales e internacionales, como las de PISA, no muestran muy malos resultados. Hubo movimientos en el proceso de la pandemia que movilizaron un poco y las familias vieron lo que estaba pasando, en qué estaban trabajando sus hijos en la escuela. Eso generó un primer movimiento y ahora se volvió a la normalidad, lo cual aleja a la demanda social de una educación de calidad”, consideró la especialista en el programa “Una buena razón”.

Y agregó: “Los resultados hablan de números dramáticos, 7 de cada 10 estudiantes no logran lo mínimo en matemática, 5 de cada 10 en lectura y ciencia. Pero lo interesante es que PISA no mide el programa curricular de un país u otro, mide algo mucho más interesante que es de qué manera pueden los estudiantes transferir lo que estudiaron a situaciones propias del presente de los jóvenes”.

Irena Kit, presidenta de la Asociación Civil Educación para Todos.

“Si pueden aplicar a entender un folleto de salud, a comparar precios y hacer una operación geométrica con respecto a desplazamientos. Esto para mi es doblemente preocupante, porque todo el esfuerzo que hacemos para poder sostener esos años de escolaridad, es como que están dejando poco provecho a futuro”, indicó.

Y consideró que “es como agarrar un puñado de arena, lo apretamos fuerte y cuando abrimos la mano tenemos apenas unos granos”.

En esa misma línea, Kit sostuvo que “el cómo estamos, lo cual compartimos con algunos países de la región y con otros no, es una característica del sistema educativo, que es bastante conservador. Estamos acostumbrados, como adormecidos”. “No tenemos por qué suponer que 13 asignaturas del nivel secundario son la mejor manera de aprender, es como un espacio sagrado en la escuela, hay una inercia”.

“El cerebro del ser humano es conservador, si podemos evitar cambiar lo que pensamos, todos lo evitamos. Por eso creo que gran parte del cambio tiene que ver con activar y movilizar la comunidad educativa, para tratar dentro de las restricciones, cambiar mucho de lo que se hace adentro y la manera en qué se organiza el aprendizaje”, añadió.

La nota completa de Irene Kit en el aire de La Brújula 24: