Timothée Chalamet deslumbra en “Wonka” y reescribe al icónico personaje

Roald Dahl, el maestro detrás de “Charlie y la fábrica de chocolate”, nunca fue fanático de la primera adaptación de su obra en 1971 con Gene Wilder como protagonista. Despreciaba la elección de un pobre niño insulso en lugar de su desquiciado pastelero. Pero, ¿cómo reaccionaría ante la nueva joya cinematográfica, “Wonka”, donde Timothée Chalamet brilla con luz propia?

Wonka, con Timothée Chalamet en el rol principal, propone un cambio en la trama original para explorar su juventud, una donde su cordura aún no pende de un hilo y mantiene un actitud más bien risueña, optimista y encantadora.

Nos sumergimos en las idílicas galerías de Londres, donde los confiteros compiten con extravagantes inventos, desde leche de jirafa hasta plumas de flamenco. Sin embargo, su mayor desafío es enfrentarse al oligopolio de chocolate, una organización criminal que actúa como un cártel, eliminando a cualquier competencia.

La historia toma un giro inesperado al incluir una organización criminal, utilizando la codiciada golosina como moneda de cambio. Funcionarios corruptos, desde agentes de seguridad hasta líderes religiosos, caen ante la tentación del chocolate, creando una metáfora sorprendente de la avaricia.

Mientras Wonka lucha contra el capitalismo despiadado, es capturado y esclavizado en una lavandería, donde forja alianzas con otros desafortunados. Destaca la relación platónica con Noodle (Calah Lane), una aliada ingeniosa que desafía las convenciones del cine comercial al mostrar una amistad auténtica entre un joven y una preadolescente.

Chalamet, considerado un nuevo galán para Hollywood tras su exitoso trabajo en Duna, Llámame por tu nombre y Mujercitas, crea un Willy Wonka con una personalidad evoca a un único personaje: Paddington. No es una comparación caprichosa, ya que Paul King dirige ambas producciones donde imprime el encanto de las locaciones de Inglaterra y una distintiva fantasía de ensueño.

Debates resurgidos

El estreno de “Wonka” reaviva controversias sobre el autor Roald Dahl y sus comentarios pasados. La película corrige perspectivas colonialistas y aborda la falta de diversidad en la historia original. La inclusión de Calah Lane como coprotagonista se destaca como un paso revolucionario, aunque se señala la oportunidad perdida de explorar más la degradación mental del mago.

En resumen, “Wonka” promete ser un clásico moderno, un regalo para la temporada festiva donde las familias podrán sumergirse en una nueva y encantadora versión de la fábrica de chocolate que captura la esencia de la juventud y la amistad genuina.

Con información de Infobae