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INFORME ESPECIAL

Saludablemente, la ONG local que brinda apoyo en materia de salud mental

Nacida en el Penna hace más de 20 años, se estableció con las casas de convivencia como una alternativa válida para asistir a personas con problemáticas crónicas. La opinión de sus autoridades.

Por Leandro Grecco
Facebook: Leandro Carlos Grecco/Instagram: @leandro.grecco/Twitter: @leandrogrecco

Una destacada organización no gubernamental que desempeña un papel fundamental en la atención y apoyo a personas que enfrentan sufrimientos mentales crónicos durante más de dos décadas sigue su curso con las expectativas y complicaciones de siempre. Desde su establecimiento, la ONG se ha comprometido a brindar una red de apoyo integral a aquellos que luchan contra enfermedades mentales, reconociendo la importancia de la comprensión, la contención y el acceso a tratamientos médicos especializados. 

Su enfoque innovador ha incluido la creación de casas de convivencia, lugares seguros en los que los individuos reciben no solo tratamiento médico, sino también apoyo emocional, alimentación adecuada y un entorno propicio para su recuperación. Albergan a un puñado de personas, pero su compromiso va más allá. Con la visión de ampliar su impacto y llegar a más personas necesitadas, la organización se encuentra inmersa en la construcción de una nueva sede.

LA BRÚJULA 24 tomó contacto con Alejandra Williams, presidenta de la entidad, y Andrea Martín, quien oficia de tesorera: “Nacimos en el 2000 en el Penna. Allí éramos simplemente voluntarias que se acercaban para atender a los chicos, dándoles lo que necesitaban. Muchos incluso vivían en el hospital, por lo que teníamos a cargo festejar sus cumpleaños y eventos puntuales”.

“Las autoridades nos pidieron encarar un proyecto más formal, momento en el que nace la ONG en 2010, luego de que un grupo de padres y doctores intentara realizar algo similar sin éxito. Nuestra función es fundamental, somos el único organismo de este estilo que trabaja con salud mental”, expuso Martín.

Luego, agregó que “tenemos casas de convivencia, en este caso son cuatro en total, a las cuales asistimos desde la contención, armado de medicación con su correspondiente entrega de pastillero. También damos apoyo en materia alimenticia, cocinamos para que no les falte la comida”.

“Las casas se autoabastecen, por cada persona que tiene una pensión no contributiva o derivada se paga un monto, también a partir de aquellos que tienen un familiar que puede colaborar. Con eso se abona el alquiler, los servicios y la manutención”, exclamó, con la certeza de quien tiene en claro el rol que cumplen en la sociedad.

A su turno, Williams reflejó que “nunca logramos que la Municipalidad nos ayude. Como somos una ONG no podemos rentar domicilios, por lo que son amigos o personas cercanas a nosotros quienes alquilan o nos salen de garantes”.

“Este proyecto fue traído desde Buenos Aires, nos ayudó el doctor (Jorge) Gabbarini, quien nos envió allá para interiorizarnos y que luego se pueda cristalizar en la ciudad. Allá existe en Temperley y la comuna se hace cargo de los gastos, a diferencia de lo que pasa acá que lo encaramos de manera particular”, explicó, en otro segmento del contacto con este medio.

Paralelamente, contó que “en cada casa, según tamaño y número de habitaciones, viven entre cuatro y seis personas. Nunca superamos ese número. En este momento les brindamos asistencia a 18. Es así que nos diferenciamos de los hogares asistidos donde residen hasta 20 personas bajo un mismo techo”.

“En nuestro caso, quienes viven en cada una de las casas se manejan solos porque nuestra premisa es que sean autónomos, el que pueda trabajar que lo haga, lo propio los que hacen cursos, talleres o asisten a clases de gimnasia”, aclaró una de las incansables trabajadoras de Saludablemente.

Martín tomó la palabra: “La campaña de socios que llevamos a cabo tiene por objeto cubrir los gastos fijos. Nuestro propósito como ONG es que ellos puedan reinsertarse a la sociedad como cualquier otra persona. Estamos abiertos a que la comunidad nos visite y pueda entender nuestra labor, la forma en la que la gente vive, es siempre muy cuidada”.

“Una vez por semana se entregan los alimentos, lo propio ocurre con la medicación y nos encargamos en cada casa del mantenimiento, sean trabajos de jardinería, pintura, plomería o lo que requiera la situación, mientras estamos abriendo una quinta casa”, sentenció con firmeza.

Consultada respecto a las inquietudes en común de la gente que se acerca, desmenuzó: “Una de las problemáticas más delicadas de quienes vienen a pedirnos una mano es la imposibilidad de conseguir un trabajo, no resulta sencillo detectar capacitaciones serias para ellos. No encuentran continuidad en los talleres y, si portan certificado de discapacidad, les cuesta muchísimo encontrar un rumbo con un sustento digno”.

“En nuestros hogares viven personas que se manejan por su cuenta, todos con su médico particular y el que necesita cuenta con apoyo psicológico. El Hospital Penna siempre está presente en caso de ser necesario y de lo contrario a través de una obra social particular”, afirmó la tesorera.

La presidenta de la ONG se refirió a uno de los momentos más dramáticos en materia de salud mental: “La pandemia incrementó el número de personas que necesitan ayuda, son los familiares que se acercan a pedir un consejo, en especial adultos muy mayores que no saben qué hacer con sus hijos. Luego de lo que fue el Covid, creció la cantidad de gente que abandonó sus tratamientos, se encuentran a la deriva”.

“Hay un grado de problemática en lo que respecta a salud mental que no podemos recibir en la ONG. Ellos en la casa se encargan del aseo de las habitaciones y el orden en general, son un vecino más en el barrio, pasan desapercibidos, no existe la discriminación”, comentó con la satisfacción de otorgarles libertad a los que allí residen.

Sin embargo, se vio obligada a aclarar que “no todos los perfiles son aptos para Saludablemente. La demanda nos supera, la premisa es ofrecer un espacio digno, sin maltrato, marcando la diferencia con otros lugares en los que no se tienen en cuenta estas condiciones. Si bien la Comisión está compuesta por 12 personas, somos dos las que estamos las 24 horas del día los 365 días del año”.

“Los chicos, una vez que ingresan a la casa, se convierten en nuestra familia. Al no contar con dinero, el objetivo es reciclar aquello que se rompe o deteriora para evitar tener que erogar sumas que no tenemos. No hay gente que colabore, es reacia y cuesta mucho”, refirió Williams sobre el final de su aporte a este artículo.

La tesorera de la entidad reveló que “hasta hace un tiempo se nos otorgaba un subsidio anual por un monto ínfimo, hemos pedido si nos podían dar alguna vivienda abandonada del Estado para realizar los talleres. En la ONG que está en Temperley, la reinserción funciona porque los chicos tienen su propio espacio y están en contacto directo con el usuario, sin discriminación ni barreras”.

“Quisimos hacer algo parecido y nos hemos chocado con una pared permanentemente, hasta que abrimos la primera casa en 2011, pese a que nos intentaban convencer de que nos iría mal. Nos han estigmatizado e infundieron miedo, hasta que demostramos que se podía cristalizar el proyecto”, se quejó con cierta desazón.

En su afán de ver el lado positivo, aseveró: “El municipio nos declaró como organismo de bien público, contamos con matrícula como ONG y la correspondiente personería jurídica, tenemos nuestro abogado y contador, por eso somos una institución con todas las de la ley”.

“No perdemos la esperanza de que se abra la puerta para llegar a brindar más apoyo a chicos que hoy no encuentran el rumbo. A eso se le suma la falta de respaldo de la Curaduría, cuesta que se trabaje en red para evitar que funcionen ciertos hogares que no cumplen con las normas mínimas de salubridad”, reflejó.

Por último, brindó las vías de contacto: “Tenemos cuenta de Instagram, nos encuentran como Saludablemente, una red social a la que subimos las fotos de lo que hacemos a diario. Y se pueden comunicar con nosotros al 291-5768904 o al 291-5070792”.

Para llevar a cabo esta ambiciosa iniciativa, Saludablemente depende en gran medida del apoyo de la comunidad. La participación activa y la colaboración de individuos y empresas son esenciales para garantizar que la ONG pueda continuar su valioso trabajo en pro de la salud mental y el bienestar de quienes más lo necesitan. La solidaridad de la comunidad se convierte así en un pilar fundamental para el futuro y el éxito de su noble misión.

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