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la versión del administrador del barrio

Un fletero rechazó trabajos de Pago Chico porque le impidieron entrar con su perro

El caso se viralizó y medios nacionales se hicieron eco de la situación.

Un fletero bahiense se perdió de realizar trabajos en Pago Chico. Según le confirmó a la redacción de La Brújula 24, tiempo atrás le impidieron ingresar en ese barrio privado con “Quinoto”, un perro pequeño que es su inseparable compañero de todos los días. El caso tomó estado público y se hizo viral, llegando a medios de alcance nacional que se hicieron eco de la historia.

En tanto desde la Administración de Pago Chico, el complejo habitacional que se sitúa sobre la ruta provincial 229, camino a Punta Alta, hicieron llegar a este medio un comunicado aclarando la polémica situación. “Atento a la viralización de un chat en el cual hace referencia a la prohibición de ingresar al barrio realizada por un transporte de fletes (con su mascota), nos hemos comunicado con el mismo para aclarar esta situación en particular, desconocida por la actual administración”, se indicó.

El chat entre el fletero Juan y su potencial cliente.

“Efectivamente me llamaron para explicarme lo sucedido, pero que ellos desconocían la situación”, manifestó Juan cuando este miércoles fue contactado por este medio.

El chat al que se hace referencia es producto de un cruce de mensajes entre el fletero y el potencial cliente. La comunicación fue hace algunos meses atrás, pero recién trascendió en las últimas horas a partir de la viralización que hizo el interlocutor del fletero protagonista de la situación.

“No hago fletes a Pago Chico, no me dejan entrar con mi compañero. No aceptan animales dicen, y yo no dejo a mi compañero por nada, a menos que él se quiera quedar”, argumentó en aquel momento Juan al explicar las razones del rechazo al trabajo que le proponían.

La aclaración de la Administración del barrio privado

Desde la administración de Pago Chico emitieron un comunicado para aclarar lo sucedido. “Según las normas del barrio, toda persona ajena al mismo que pretenda ingresar al predio con su mascota deberá contar con la autorización del propietario/inquilino del lote al cual se dirige. Por tal motivo se le ha informando al trabajador que puede ingresar toda vez que lo contraten al barrio, con la autorización del vecino correspondiente. Para el caso en que el vecino no sepa que el flete pretende entrar con su mascota, la guardia se comunicará con el ocupante del lote para solicitar dicha autorización y de esta manera evitar malos entendidos”, se explicó.

El pintoresco “Quinoto” en el vehículo de su dueño.

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