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se juega la final de la copa

Un Maracaná “blindado”: qué planificó la policía para evitar nuevos incidentes

Fluminense y Boca Juniors definirán este sábado quién es el campeón de América. La policía de Río destinará más de 2000 efectivos a las tareas de control.

La Policía Militar de Río de Janeiro sabe que ya no tiene margen de error. Su accionar está en el ojo de los miles de hinchas argentinos que llegaron a la ciudad. Escenas violentas como las que se vivieron en la tarde y en la noche del jueves en Copacabana no pueden repetirse.

Hay un compromiso de las autoridades: por un lado, que en el banderazo no habría “ni un solo simpatizante de Fluminense”. Por el otro, que se aumentaría la cantidad de efectivos tanto en la Avenida Atlántica, que bordea la costa de Copacabana como en el Maracaná antes, durante y después de la gran final.

En este sentido, la Policía Militar de Río detalló a La Nación cómo será el dispositivo que se empleará en el Maracaná: habrá “monitoreo de redes sociales” para evitar emboscadas y convocatorias cibernéticas de las barras (o “torcidas organizadas”, como se conocen aquí) de Fluminense, Flamengo, Vasco y Botafogo, trabajarán más de 2.200 efectivos de seguridad y se dispondrán 24 bloqueos en los principales accesos al principal coliseo deportivo de esta ciudad.

En total, se movilizarán más de 2.240 policías militares, que trabajarán en la vigilancia de los alrededores del estadio, en los lugares de reunión de los hinchas de los clubes finalistas, además de en las principales puertas de entrada a la ciudad, de entrenamiento, centros y hoteles donde se hospedarán los integrantes de las delegaciones de ambos equipos.

Se instalarán veinticuatro puntos de bloqueo en los alrededores del Maracaná, donde agentes del Batallón Especial de Vigilancia de Estadios (BEPE) estarán trabajando para acercarse a los aficionados y comprobar la presencia de entradas antes de autorizar el acceso al estadio.

Antes de acceder a los anillos de seguridad del estadio Maracaná, los aficionados de Fluminense y Boca Juniors pasarán por al menos dos puntos de control, donde empleados de la organización y policías de la BEPE comprobarán la autenticidad de la entrada para la gran final.

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