WhatsApp de Publicidad
Seguinos

EN 1995 MATÓ A UN TAXISTA

Carlos Lapuchesky, el homicida que simuló ser periodista, habló por primera vez

“Me desahogué de un entredicho”, afirmó en la charla con La Brújula 24. El confeso asesino recuperó la libertad en 2021 y regresó a Córdoba. En este informe especial su vida, sus estudios y el motivo de la pelea con la víctima.

Por Augusto Meyer / Redacción de La Brújula 24

Luis Enrique Sender, de 41 años, un suboficial instructor de la Base Puerto Belgrano y taxista, murió desangrado tras recibir veinte puñaladas, una de ellas en el corazón. Ocurrió el 12 de noviembre de 1995 en Punta Alta.

El autor del crimen, Carlos Alberto Lapuchesky, pasó casi 27 años preso en el neurosiquiátrico Melchor Romero. Fue declarado inimputable. Los peritos le pusieron el rótulo de “insano” y lo consideraron “peligroso para sí y para terceros”.

En libertad desde 2021, Lapuchesky habló en las últimas horas por primera vez con un medio de comunicación bahiense tras el feroz asesinato. En su momento comparado con Carlos Robledo Puch por su “rostro angelical”, el verdugo del taxista le dijo a La Brújula 24 no estar arrepentido de lo que hizo.

“Me desahogué de un entredicho de muchos años. Ahora hay herramientas que en aquel entonces no tenía, habiéndome criado en el campo y con 18 años recién cumplidos. Hoy, las herramientas que hay permiten resolver los conflictos como aquel que tuvimos de otra manera”, dijo Lapuchesky, recibido de Ingeniero Electrónico, estudiante avanzado de Derecho, padre biológico de un bebé -muerto a poco de nacer- y padre adoptivo de una joven de actuales 17 años.

“Me dedico al estudio, al trabajo y vivo el presente. Lo pasado fue una equivocación. Él no tendría que haber llevado el arma ni yo habérsela arrebatado”, definió.

“La cárcel no rehabilita”

Lapuchesky negó sentirse discriminado al salir de la prisión. “Al contrario, me abrieron puertas en todos lados ofreciendo trabajo. A nadie le niego dónde estuve ni qué hice”, advirtió.

Sobre sus días entre rejas fue enfático al mencionar que “la cárcel no rehabilita a nadie”. “Elegí estudiar antes que ser vago. Busqué estar ocupado y aprender”, amplió.

Lapuchevsky regresó a Córdoba, donde trabaja en la construcción de edificios.

Respecto de la causa que se inició tras el crimen, el ex presidiario consideró que la justicia no investigó a fondo el caso y que hubo un apuro en declararlo “insano” e “inimputable”.

Lapuchesky ya detenido por el crimen (izq.) y en el presente. Fotos Gentileza Archivo de La Nueva. y Carlos Lapuchesky

Un misterio de casi tres décadas

Dos grandes interrogantes quedaron luego del homicidio del taxista: qué motivó la pelea y porqué el autor del hecho se hizo pasar como periodista, logrando engañar absolutamente a todos.

Las crónicas de la época dejaron asentado que Lapuchesky entrevistó al comisario encargado de la investigación y que se presentó en La Nueva Provincia (actualmente La Nueva.) para ofrecer material fotográfico. Ambas dudas, Lapuchesky las despejó en la charla que tuvo con La Brújula 24.

“Yo estaba muy enojado y descargué la bronca. Él sacó el arma y se armó el problema. Era algo que venía de arrastre. Se quedó con plata mía y quedé dolido”, indicó.

“Dudé si no había matado a otra persona, porque descubrí que había dos hombres de apellido Sender. Recién cuando vi en el lugar a la esposa y a los hijos -los conocía previamente- supe que no me había equivocado. Lo que no es verdad es que haya estado en el sepelio y el funeral”, advirtió.

Lo más leído