WhatsApp de Publicidad
Seguinos

tips

Coliflor: cómo evitar su mal olor y cuánto hervirla

La coliflor ha experimentado una transformación sorprendente. Se ha despojado de su imagen de hortaliza insípida y maloliente que invadía las cocinas en tiempos pasados y ha emergido como la estrella de platos irresistibles, desde purés suaves hasta exquisitos rellenos de tartas, y hasta la base de pizzas ultra saludables.

Esta maravilla vegetal, carnosa y llena de sabor, ha demostrado ser un lienzo culinario en blanco, y más versátil de lo que la mayoría imagina. Las opciones para prepararla son mucho más amplias de lo que podrías suponer.

Sin embargo, el olor que se desata al cocinarla puede hacer que algunos la eviten por completo. Pero, ¿qué tal si te revelamos algunos trucos de cocina para evitar que esos compuestos azufrados conquisten tu hogar? Además, aprenderemos cómo hervirla para obtener la textura perfecta, ni muy dura ni muy blanda.

Trucos para cortarla

Dominar el arte de cortar coliflor puede intimidar, pero con una técnica adecuada, será coser y cantar. Rompé la coliflor en floretes pequeños y colocalos en agua fría con una pizca de sal y vinagre. Tras un baño de unos 10 minutos, enjuagalos y escurrilos a conciencia.

Recordá que no podés cortarla como una calabaza en dados. La coliflor consta de floretes idénticos que, como un fractal, forman la cabeza. Para una forma sencilla de cortarla, colócala boca abajo con el tronco apuntando hacia vos.

Deslizá un cuchillo afilado alrededor del tronco central, atravesando los troncos más pequeños, y los floretes se soltarán.

Ajustá el tamaño de los floretes según la receta. Podés triturarlos en una picadora, picarlos a mano o rallarlos para obtener granos que te sirvan para arroz o cuscús.

Cómo evitar el mal olor de la coliflor

El olor característico de la coliflor cocida puede ser un impedimento, pero desestimarlo sería un error. Este aroma no indica toxicidad ni fermentación, según Harold McGee en “La Cocina y los Alimentos”. Se debe a la formación de trisulfuros, productos de compuestos de azufre al cocerla en exceso.

Aunque abundan trucos en internet, como añadir vinagre, laurel o leche, los expertos afirman que algunos son tradiciones sin base científica. La leche puede atenuar el olor, pero no eliminarlo completamente.

Según Cristina Galiano, farmacéutica y experta en nutrición, la solución radica en cocinarla por poco tiempo. La emisión de este ácido se duplica entre el 5º y 7º minuto de cocción, para evitar el olor, no se debe llegar a esos tiempos.

La cocción al vapor es la clave para mantener el aroma a raya. Cocinarla en el microondas o al vapor sobre una rejilla en una olla exprés son opciones ideales. Recordá, lo mejor para evitar el olor es no pasarse en la cocción.

Cuánto hay que hervirla

Nada arruina más la coliflor que una cocción excesiva. No solo intensifica el olor desagradable, sino que también disminuye los nutrientes. Cocinarla al vapor permite conservar sus propiedades. Podés usar una cesta de olla para vaporizarla sin sumergirla o cocinar la cabeza de pie en una olla con poca agua.

Cocinarla hasta el punto ideal es crucial. La coliflor debe ser cocida al dente, para que no se reblandezcan las inflorescencias ni cambie su color. Para verificar su cocción, pínchala con un tenedor como harías con una papa. Además, cocinarla al vapor antes de asarla en el horno añade ternura a la carne.

Los beneficios nutricionales de la coliflor

Con un alto contenido de agua y un bajo aporte calórico, la coliflor es una aliada de las dietas de adelgazamiento. Además, es una fuente rica en vitaminas del grupo B, C, K, ácidos grasos omega 3 y minerales como el fósforo y el potasio. Su papel en la recuperación después de esfuerzos físicos es impresionante.

Más allá de sus valores nutricionales, estudios respaldan que la coliflor actúa como un potente antioxidante, contribuyendo a prevenir el cáncer y reducir los riesgos cardiovasculares.

Elegir la coliflor perfecta

“La coliflor debe ser robusta, con un blanco níveo y hojas verdes, frescas y bien sujetas a la base. Eso denota que fue recogida recientemente”, según Xavier Pellicer, aclamado como el mago de la cocina de vegetales en la guía We’re Smart Green.


El otoño y el invierno son las estaciones estrella para la coliflor, cuando su esplendor se despliega en cabezas grandes y aspecto impecable. Una coliflor de tamaño mediano pesa aproximadamente un kilo, aunque estas hortalizas pueden superar fácilmente los tres kilos.

La prueba del tronco es crucial: si el tronco parece recién cortado, húmedo en lugar de seco y agrietado, ¡es el indicado! El grano debe ser fino y uniforme. Evitemos las manchas marrones, cabezas dispersas o abiertas.

Con información de Clarín

Lo más leído