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Los consejos ante la amenaza de ataque de un perro peligroso

El médico y titular de Veterinaria y Zoonosis, Pablo Vidal, también analizó lo ocurrido en los últimos días en la ciudad.

El médico Pablo Vidal, titular del área de Veterinaria y Zoonosis, evaluó en LA BRÚJULA 24 el complejo escenario que se generó a partir del repetido ataque de perros de razas peligrosas a transeúntes, en distintos lugares de la ciudad y explicó cuál es el rol del municipio.

“Lo que se aconseja si alguien se topa con un pitbull es ponerse de frente, hablaría con voz autoritario y hacer la mímica de agarrar una piedra. Eso puede ahuyentarlos. También se sugiere no realizar movimientos bruscos y ponerse con la espalda en la pared. Incluso se recomienda juntarse con más personas para que el perro no dé un paso adelante para atacar”, contó Vidal, en su charla con el periodista Germán Sasso.

Luego, evaluó los números que se tienen respecto de las denuncias de víctimas: “Tenemos estadísticas que son prácticamente iguales durante el año, con picos en las épocas de calor. La gente ahora está haciendo más denuncias a nivel policial. Hacemos un trabajo artesanal que se prolonga en el tiempo. En cada caso en el que se actúa, los hechos no vuelven a ocurrir porque se habla con la gente y se sanciona”.

“Si hablamos de prevención, el problema es tan extensivo que debería venir de la mano de políticas públicas generales. Siempre converso con ONG para que incluyan en las escuelas, al menos una vez al año, charlas para que los chicos empiecen a tener esto en la cabeza. Es más difícil cambiar las conductas de los adultos”, afirmó el funcionario.

Inmediatamente manifestó que “si el animal no accediera a la vía pública, no habría inconveniente. En el caso de lo que pasó en el barrio Patagonia, no se sabe cómo se soltaron. Nosotros hacemos una investigación más rudimentaria que la que hace la Fiscalía, nos basamos en el testimonio de las personas involucradas”.

“No está claro cómo sucedió el hecho (el del barrio Patagonia). Nadie se explica cómo pudieron haberse soltado, algunos esbozaron que alguien les pudo haber abierto un portón, el cual tenía una traba lo que, a priori, es imposible que haya sido abierto por un animal”, enfatizó, sobre lo actuado en el domicilio de calle Yapeyú.

Y añadió: “En este caso, el padre del dueño se hizo cargo inmediatamente de la situación, él mismo decidió llevarlos al campo donde vive para su tranquilidad porque su hijo estaba de vacaciones. En esa casa había cuatro perros, todos hermanos, tres machos y una hembra. Tenían sólo las dosis de las vacunas quíntuples, no aún las de la rabia”.

“Suelen ser más territoriales los machos que las hembras, en general muchos no han sido esterilizados. Castrar a un perro no le resta habilidad para cuidar la casa. Cuando hay más de un perro, suelen potenciarse. Son como un grupo de adolescentes que salen a jorobar, donde arranca uno se engancha el otro y se genera una situación difícil de controlar. Nosotros nos dedicamos a observar que las aberturas sean las adecuadas”, afirmó Vidal.

También dejó una serie de tips importantes: “Atarlos cuando están dentro de la propiedad no es una buena práctica, si uno toma esa decisión es porque hizo algo mal antes. Haremos una contravención porque los animales estaban sueltos y sin una supervisión. No solo un portón, también pedimos que haya un cerco para que el animal no pueda escapar, todo el perímetro debe ser seguro”.

“Si uno sabe que determinado perro suele estar suelto en un lugar, se puede denunciar a Bahía Responde o al 0800-Bahía. Mucha gente se involucra a medias porque tiene miedo de alguna represalia que pueda tomar el propietario, pero son exposiciones anónimas. Cuando acudimos, si el animal está suelto se labra una contravención y si está adentro, se deja un acta al dueño en el cual se informa que la conducta como propietario no habría sido la adecuada a raíz de la denuncia, debiendo adaptarse a la normativa”, resaltó el funcionario público.

Por último, el referente de Veterinaria y Zoonosis informó que “los perros de tamaño grande, además de la correa que es incluso para los de tamaño chico, deben también tener el bozal colocado. Realizamos entre dos y cinco actuaciones por día, muchas de ellas preventivas”.

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