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Vecinos, hartos por una familia de ladrones: “Viven drogados y armados”

“Si pasás por la vereda de la casa te insultan y te roban”, dijo con miedo Alejandra, después de una sucesión de hechos violentos.

El barrio Maldonado está convulsionado luego de la sucesión de episodios delicados que se fueron desencadenando en las últimas horas. La detención por un robo violento de un menor con antecedentes y el posterior incendio del domicilio usurpado en el que vivía el arrestado con su familia (todos con prontuario frondoso) son solo la punta del iceberg.

Alejandra, una de las que anoche se manifestó en la puerta del domicilio arrasado por el fuego, acotó en LA BRÚJULA 24: “Estuvimos manifestando de forma pacífica, no sé quién le habrá incendiado la casa a esta gente. La Policía tampoco hizo nada para frenarlo”.

“Esta familia entró a robar a varias casas. Los vecinos estamos muy enojados. Queremos que se vayan de acá, no se puede vivir así. Esta familia lleva tres años acá, viven robándole a todo el mundo. Puse alarma y cámaras porque a mi también me entraron a robar”, destacó la mujer con la voz entrecortada, en su charla con el periodista Germán Sasso.

Y consideró: “Son siete personas, todos varones. Van a pasar cuatro días y se van a venir a meter a mi terreno. Trataré de poner un abogado, dejaré de comer para poder pagar a alguien que me defienda y hacer una denuncia penal”.

“Tengo todos los papeles de mi lote. Esta gente viene de Vista Alegre, vive drogada y agresiva, están armados para robar, no les importa ir presos. Los denuncié en Fiscalía, pero me ponían una perimetral para protegerlos a ellos”, aseveró, en otro segmento de su testimonio.

Inmediatamente, sostuvo que “tengo dos hijas y ellos son todos hombres, siento mucho miedo. Esta gente no tiene códigos, le roba a los laburantes. Tuve que dejar de pasar por la vereda de donde viven. Te insultan o te roban la cartera, doy una vuelta más grande para ir a mi casa”.

“A un abuelo lo golpearon y le robaron un celular, ayer desfiguraron a un nene de 15 años para llevarse sus pertenencias. Creo mucho en Dios y sé que me va a proteger”, finalizó, esperanzada para que vuelva la calma al barrio.

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