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pedido desesperado

“A Marcos Herrero le pido que diga la verdad, que lo haga por sus hijos”

Marcelo Escobedo está preso por un femicidio que asegura no haber cometido. La única prueba que usaron en su contra fue el accionar del peritrucho. “Yo no tengo nada que ver”, señaló.

Foto de los imputados durante el juicio.

Marcelo Escobedo es uno de los tres hombres fueron que fueron condenados en noviembre del año pasado a prisión perpetua por el femicidio de Araceli Fulles, quien en 2017 fue hallada asesinada y con signos de haber sido asfixiada debajo de unos escombros en una casa de la localidad bonaerense de José León Suárez.

Además de Escobedo, el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de San Martín recayó sobre Carlos Casalz y Hugo Cabañas, mientras fueron absueltos otros cinco acusados que habían llegado libres al debate. Fueron considerados coautores de “homicidio agravado por mediar violencia de género” en perjuicio de Araceli.

En contacto con el equipo periodístico del programa “Bahía Hoy”, que se emite por La Brújula 24, el hombre negó rotundamente los hechos que lo llevaron a la cárcel. Y contó que lo terminaron inculpando por el accionar del peritrucho Marcos Herrero. (Días atrás esta redacción publicó una escucha que revela cómo Herrero borraba los videos de la causa Facundo).

Cabe destacar que el fallo se encuentra en revisión y hay una ONG llamada Proyecto Inocencia que se presentó como “amigo del Tribunal”, exponiendo las truchadas de Herrero que sirvieron para la condena en primera instancia de Escobedo.

“Me encuentro detenido en la Unidad 30 de Alvear, condenado a perpetua. Pero no maté ni nunca estuve en el corralón esa noche en que desapareció –Fulles-. Estuve toda la noche con mi familia, con mi hijo y mi mujer. No lo puedo creer, me enteré después en el juicio. Los jueces viendo las pruebas que tenían contra mí, me dieron la libertad por falta de mérito al principio. Es decir que dos jueces consideraron que no había pruebas para tenerme detenido hasta que la Fiscalía se le ocurra darme el juicio. Si yo fuese culpable, hubiesen encontrado ADN o algo mío en el cuerpo de la mujer, en el auto, en el corralón”, recordó.

Y agregó: “No se puede escapar algo así a una persona normal si cometer ese delito. Es algo grande que manipuló la policía. Estaban los Abalos, que son hermanos de un policía que estaba en actividad cuando ordenaron hacer el allanamiento en la casa.
Es una causa armada entre la policía y el peritrucho, no hay nada que me ate a mí esa noche en la casa de Aracelí”.

“Hubo dos bandos acá, las personas que trabajamos en el corralón y los amigos de Darío que se juntaron con Araceli esa noche, los hermanos Abalos y dos personas más. La última vez que la vieron con vida fue con ellos, a ellos les dio positivo el ADN. A mí me condenan porque el perro de Herrero dio positivo, olió a Araceli en mi auto supuestamente. En el video el perro salta y se baja enseguida, él lo manipula para que vuelva a subir”, consideró el actual convicto.

Más del descargo de Marcelo Escobedo 

“Yo no estaba enterado del video hasta que fui al juicio. Cuando Marcos Herrero dice que da positivo en mi baúl, creo que al mismo tiempo termina diciendo que hay olor a Pinolux, que lavaron el auto. ¿Cómo el perro va a detectar un muerto si hay olor a Pinolux?. Eso es lo que dice en el juicio, encima la Fiscalía no lo llevó en persona. Él decía que estaba en un caso y no podía hacer presencia, lo hizo por video. Yo se que estaba re cagado por el quilombo en el que se metió. A mí acá me engarronaron, la Fiscalía de San Martín son todos unos corruptos”. 

“Van a ser dos años en Septiembre de mi condena. Los jueces no tenían nada contra mí, no tenían pruebas. Cuando llegamos al juicio, creo que a los dos días vieron que uno de mis compañeros tenía una llave con una punta. Y cuando lo requisan, dicen que tenía un arma tumbera, que quería dar miedo al Tribunal y los testigos. Osea que ya ahí estaban inclinando la cancha, diciendo que éramos malos”.

“A mí me ponen preso al tercer día por una selfie que me saqué y le mandé a mi prima diciéndole que me traiga una campera para el otro imputado que tenía frío. Una encargada del piso me pidió el celular y se lo mostró al secretario y pararon la audiencia. Dijeron que me detenían por poner amenazas a los testigos. Me dejaron 50 días en una taquería de mala muerte, en un galpón sin luz ni agua. Me armaron la causa hasta con eso”. 

“Yo soy un laburante, no tengo ningún antecedente de delincuente, nunca. Acá si hubiesen hecho las cosas bien, iban en cana todos los comisarios y policías. Yo soy un comerciante. A Darío Badaracco lo mandaron a Sierra Chica y casualmente a mí me mandaron también ahí, obvio que temo por mi vida”. 

¿Qué le diría a Marcos Herrero? 

“Le quiero decir que por sus hijos diga la verdad, que diga quién lo contrató y cómo apreció ahí. Yo no tengo nada que ver con esto, sino hubiesen encontrado otras cosas, pruebas en mi casa. Hubiesen hecho un allanamiento. No tengo nada. Soy un simple perejil que metieron ahí para hacer bulto porque el dueño del corralón era un ex narco que tenía otras causas pesadas”. 

El femicidio de Araceli

Araceli (22) fue hallada muerta el 27 de abril de 2017 debajo de unos escombros, en el patio de la casa de Darío Badaracco, ubicada en Alfonsina Storni 4477, de José León Suárez, partido de San Martín.

La joven había sido vista con vida por última vez la madrugada del 2 de abril, en una plaza cercana a su casa, y el último contacto con su familia fue a las 7 de la mañana de ese día, cuando le envió un mensaje a su madre diciéndole: “Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa”.

Pero Araceli nunca apareció y su cuerpo fue hallado 25 días después tras la intervención de perros pertenecientes a los Bomberos Voluntarios de Punta Alta.

La autopsia determinó que la joven murió por “asfixia mecánica” por “estrangulamiento a lazo” con un elemento compatible con precintos plásticos.

Con información de Télam

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