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DÉCIMO PRIMERA AUDIENCIA DEL DEBATE

“Cantaro me aseguró que es inocente”, dijo un amigo del fiscal que declaró como testigo

Raúl Antonio Ciccioli responsabilizó a Sebastián Gauna San Millán de todos los problemas que el funcionario tuvo desde 2017 en adelante.

Por Augusto Meyer / Redacción de La Brújula 24

Un testigo convocado por la defensa del fiscal Alejandro Salvador Cantaro, acusado de encubrir a una banda narco, declaró hoy en el juicio que se le sigue al funcionario y realizó contundentes manifestaciones contra Sebastián Gauna San Millán. Gauna San Millán es sobrino de Cantaro y uno de los supuestos integrantes de una banda narco que operaba en la ciudad.

Raúl Antonio Ciccioli, amigo de Cantaro desde hace veinte años, se presentó en la décimo primera audiencia como quien “tomó el toro por las astas” y le ayudó al fiscal a salir del atolladero en el cual lo metieron San Millán y el amigo y socio de éste, Facundo Texido.

Además, dos personas convocadas por la fiscalía declararon de manera virtual y el representante del Ministerio Público solicitó al Tribunal Oral Federal, que se lleve por la fuerza pública a una persona que se negó a comparecer.

“Alejandro era un enfermo al trabajo; un adicto a la función que tenía como fiscal, pero estaba feliz de ese nombramiento que logró luego de dos intentos fallidos”, dijo Ciccioli.

En cuanto a Gauna San Millán, el testigo confirmó que lo conoció en 2017 y que, de entrada, no tuvo una buena percección. “Es autoritato y cree que es el que maneja todo y no maneja nada. Alejandro me contó que lo llevó a vivir con él. La madre lo echó y Alejandro, lo adoptó”, precisó.

Continuó con el relato de los negocios del sobrino hizo donde, según Ciccioli, involucró a Cantaro y lo comprometió hasta monetariamente.

Ciccioli afirmó que, con el consentimiento del fiscal, él se hizo cargo de deshacer los contratos de alquiler que hizo Gauna San Millán y, con dinero de Cantaro, pagó todas las deudas que el sobrino dejó.

De ahí en más el testigo dijo que no volvió a saber del joven y que, por lo que tiene entendido, Cantaro tampoco renovó el contacto con él. Puntualizó que con ayuda de un contador y una mujer que figuraba como vicepresidenta de la Sociedad Anónima que conformó Gauna San Millán, disolvió la firma y pagó las deudas contraídas para evitar que las mismas pudieran salpicar al fiscal.

“Gauna San Millán le había quedado debiendo hasta a Texido, quien figuraba como empleado de esa Sociedad Anónima. Hablé con Texido, aceptó renunciar y yo mismo le pagué hasta el último centavo”, expresó Ciccioli.

En respuesta a una pregunta del fiscal de juicio, Dr. Gabriel González Da Silva, el testigo se conmovió cuando aseguró que no le constaba que Cantaro tomara pastillas o algún estupefaciente.

“Alejandro llegaba una hora tarde a todos los almuerzos que acordábamos tener o llamaba para avisar que no podía ir. Llegó a viajar a La Pampa para participar como fiscal en un juicio. Yo lo veía muy solo y trabajando hasta las 8 o 9 de la noche en la fiscalía. Durante los almuerzos conmigo empleados de la fiscalía le traían a Cantaro papeles para firmar”, advirtió.

“Después que pidió licencia –continuó el testigo-, le agarró una depresión grande pero volvió a tener tiempo para ir a los almuerzos y un rato quedarse tranquilo de sobremesa”.

Ciccioli dijo que fue testigo de demostraciones de afecto que Cantaro recibía por su rol de docente en la UNS y su desempeño como fiscal. “Él me dijo que es inocente”, aseveró el testigo.

Fijaron la fecha de las próximas tres audiencias

Sobre el cierre de la audiencia de este miércoles se fijó la fecha de las próximas tres audiencias de este extenso debate. Para el 8 de mayo quedó la declaración de un testigo al que harán comparecer compulsivamente. El 12 de mayo, el fiscal Cantaro tendrá la posibilidad de declarar, mientras que est´á previsto que el 30 del mismo mes se realicen los alegados de la fiscalía y la defensa.

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