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INFORME ESPECIAL

Las colonias de verano emergen como la alternativa para mitigar el calor

Miles de chicos y chicas se suman a las propuestas que ofrecen el Municipio y distintas entidades privadas. Cuáles son los objetivos. La importancia de jugar sin peligro. Y la palabra de sus coordinadores.

Por Leandro Grecco
Faceboook Leandro Carlos Grecco/Instagram @leandro.grecco/Twitter @leandrogrecco

El verano se instaló hace un mes en Bahía Blanca y el calor se siente incluso desde unos días antes. Coincide con las vacaciones, etapa del año en la que afloran los momentos de ocio, combinación propicia para buscar alternativas al aire libre y ocupar el tiempo con actividades saludables e instancias para compartir la alegría que aporta la estación más cálida del año.

En especial chicos, pero también adultos aprovechan de los diferentes espacios donde las piletas, los juegos y la buena onda se conjugan de lunes a viernes para promover la convivencia, la recreación en grupo y el cuidado de la salud.

La Brújula 24 salió a recorrer los distintos espacios, con la premisa de obtener el testimonio de quienes le dan vida a una propuesta que ya es un clásico y concita la atención de las familias.

Nicolás Arroyo está al frente de la Subsecretaría de Deportes del municipio y realizó una introducción a la temática: “La idea es que los chicos, durante el receso escolar, tengan un espacio de contención, educación, formación y recreación. Se hace hincapié en las actividades acuáticas para que puedan desempeñarse con tranquilidad en ese hábitat”.

“Esa enseñanza le dará seguridad para el resto de sus vidas. En general se trata de niños y niñas que no tienen acceso a un natatorio privado durante el resto del año. Por eso es una buena oportunidad para generar un ambiente lúdico y de aprendizaje. Llegamos a casi todos los puntos de la ciudad”, destacó Arroyo.

Por último, el funcionario de la comuna ponderó: “Incluimos este año varios transportes para que todos puedan acudir. Eso nos pone muy contentos porque se genera una dinámica sana, con todos aquellos que no cuentan con la posibilidad de salir de la ciudad en los meses de más calor”.

“Para muchos chicos es el único estímulo del año”

Agustín Lloret está a cargo de la colonia que funciona en el balneario Maldonado y en diálogo con este diario digital ponderó que “es impagable ver a chicos y chicas de 6 a 13 años que ansían llegar al momento de sus vacaciones de verano. Preparan sus mochilas con la malla, el toallón, las ojotas y las antiparras. Llevan también para comer y compartir en el refrigerio de media mañana, algunos esperan los colectivos contratados”.

“A las 9:30 comienza la colonia. Los alumnos y profesores se reúnen con su grupo, se forman, cantan, bailan y hacen el saludo que es un ritual. Los más grandes se van a natación y los más chicos, a jugar en el predio durante 45′. Luego cambian y a las 11 es el momento del refrigerio. Se sientan en ronda, charlan y comparten un bello momento”, recalcó, con relación a cómo es la planificación de cada dinámica.

Y manifestó que “después de 20 minutos llega uno de los momentos que más les gusta: la pileta libre, donde crean sus juegos, practican lo aprendido en natación, corren carreras, entre otros ejercicios de disfrute”, al tiempo que resaltó: “A las 12 es momento de salir de la pileta para cambiarse y volver a formar, para gritar bien fuerte ‘hasta mañana colonia’”.

“El staff de trabajo está compuesto por un director de colonia y ocho profesores. Cada uno de ellos está con un grupo, según la edad y dividido entre nenes y nenas. Mi tarea como director es el armado de la estructura y funcionamiento de la colonia y diagramar la jornada en base a la temperatura que va a haber. Los días de mucho calor hacemos dos tandas de pileta con el refrigerio entre medio. También me comunico con los padres y con la empresa de colectivo ante algún inconveniente”, consideró Lloret.

El mensaje que baja a los profesores siempre es nítido: “Como no todos los chicos tienen acceso a una pileta durante el año, les hago mucho hincapié con los ejercicios de natación ya que probablemente la colonia sea el único estímulo que van a tener durante el año”.

“Además, todas las semanas organizamos actividades especiales, generando una mayor conexión con los chicos: juegos rotativos y tradicionales, entretenimientos acuáticos, kermés y la siempre atractivas Intertribus”, cerró.

La propuesta para personas con discapacidad

Daiana Salinas, a su turno, también dejó sus impresiones, aportando sus conocimientos con una franja muy sensible de la población y apostando a la igualdad de condiciones, a partir de una titánica labor a la cual le imprime su amor incondicional.

“La Colonia de Niños con Discapacidad funciona en el Parque Independencia, los martes y jueves de 9 a 12, tenemos integrantes de 5 a 15 años. Actualmente con una matrícula de 40 chicos por jornada, con un total de 65 inscriptos. La de Adultos con Discapacidad, que funciona en el Club Argentino, lunes, miércoles y viernes de 9.30 a 12.15. Allí acuden adolescentes de 15 años en adelante. Actualmente con una matrícula de 80/100 alumnos por jornada, sobre 160 anotados”, aseguró Salinas.

En esa misma dirección, detalló que “desde el año pasado impulsamos dentro del proyecto, salidas recreativas que eran un desafío para nosotros como docentes, para los chicos y sus padres. Fuimos con ambas colonias al cine, y este año repetimos visita y sumamos un entretenimiento que les encanta como lo es el llamado jumpin”.

“Fueron experiencias hermosas, ideal para romper miedos y barreras. Ya sea desde subir por la escalera mecánica, estar en un espacio cerrado, el brillo de una pantalla gigante, el sonido de la sala. Contamos con un grupo de chicos súper compañeros y familias que confían en nuestro compromiso y apuestan a hacer actividades nuevas”, aseveró, con cierto dejo de satisfacción.

Claro que nada se puede gestionar sin el apoyo de terceros: “Gracias a la colaboración de R&L Impresiones 3D, AllYouNe3d y Augus Long que donaron las réplicas de la Copa del Mundo y cada uno pudo tomarse una fotografía. En el marco del éxito que significó el Torneo Panini que, dicho sea de paso, nos tocó salir campeones. Fue una experiencia única”.

“Estamos recuperando números de la pre-pandemia”

Las colonias privadas también hacen su aporte. Leonel Fibiger tiene la responsabilidad de coordinar la que funciona en el Club Universitario, logrando generar otro ambiente lúdico y sano en tiempos en los que los más pequeños requieren de la contención y el aprendizaje de personal idóneo

“Cómo aspecto principal, lo que no puede faltar al momento de planificar una temporada de verano es saber con qué infraestructura contamos, la cantidad de espacios, espejos de agua y materiales disponibles”, sostuvo Fibiger, en La Brújula 24.

Además, explicó que “una vez que tenemos esos datos, debemos ubicar al personal adecuado en cada lugar, ya sean profesores de educación física y de inicial, guardavidas, si se requiere también los acompañantes terapéuticos y un coordinador para llevar a cabo una buena organización”.

“A los chicos se los incentiva utilizando diferentes herramientas. No obstante, lo mejor es el feedback entre profesores y alumnos, porque son los niños los que proponen las actividades y en base a eso se modifican y adecuan a su edad para llevarlas a cabo y que salgan lo mejor posible”, manifestó, sobre la forma en la cual planifican cada una de las acciones.

No obstante, infirió que “siempre la seguridad es prioridad en todo tipo de actividades, ya sea limitando los espacios y estableciendo reglas claras. En nuestro caso puntual, aceptamos alumnos desde 3 a 13 años y dependiendo de cuántos chicos conformen cada grupo, se ve la cantidad de profesores que sean necesarios”.

“Históricamente, en diciembre arranca baja la matrícula, pero luego empieza a aumentar quincenalmente. Enero es el pico máximo y en febrero la segunda quincena decae. En el primer mes del año, el número sube al doble de la cantidad que comienzan”, aseguró Fibiger.

Al cierre, se ilusionó con el resurgimiento de la propuesta porque “antes de la pandemia teníamos un cupo que llegaba a los 500, un número que bajó mucho en el primer año post ola de casos de Covid. Hoy, lentamente se está empezando a recuperar esa cantidad de alumnos porque en 2022 dimos clases a 70 chicos y ahora alcanzamos casi el doble. Hasta 2020 teníamos transporte, lo cual era un atractivo para incorporar más interesados a la propuesta veraniega”.

No son solo una actividad en la agenda del verano. Las colonias de verano son una política de Estado que incluye mucho más: se trata de una comunidad donde pertenecer; un espacio recreativo formativo en el cual el juego ocupa un lugar principal; donde los valores vinculados a la sociabilización, como el cuidado propio y del otro, el respeto y la tolerancia, son un desafío de todos los días.

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