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"Siempre estuve convencido de que iba a salir"

Conmovedor relato del hijo de Aolita tras su milagrosa recuperación de una leucemia

En una visita a los estudios de La Brújula, Franco y Miguel contaron la historia de cómo fue su proceso médico.

Por un rato, los temas sindicales, las paritarias o los horarios, quedaron a un lado y Miguel Aolita, Secretario General de la Asociación de Empleados de Comercio (AEC) de Bahía Blanca, y su hijo Franco, compartieron lo que califican como una milagrosa recuperación de una leucemia.

En noviembre de 2021 la familia Aolita recibió la noticia de que Franco padecía leucemia. “Empezó todo esto, pasaron un millón de cosas en el medio. Hubo que hacerle la quimio, estaba 60% avanzada la médula”, comentó Miguel, en el programa Nunca es Tarde, en una visita a los estudios de La Brújula 24.

Instalados en Buenos Aires, su esposa y su otra hija lo acompañaron durante todo el tratamiento. La incertidumbre y la fe en que todo saldría bien eran una constante. Posibilidades de contagio de Covid y tratamientos que no respondían como se esperaban, fueron parte del proceso.

“El 1ero de enero de este año, cuando todo el país estaba durmiendo, íbamos mi esposa y yo a Rosario a ver al padre Ignacio. Agarramos el auto y fuimos. Yo tenía una foto de él pegada al pecho. El padre me dijo todo lo que tenía Franco, empezó a hablar en latín, la secretaria que estaba al lado nos dijo lo que tenía que hacer, tomar agua bendita, nos dio un pan dulce bendecido y nos dice que se lo teníamos que pasar por la espalda”, relató Miguel.

Entre los 15 y los 18 años, entre la pandemia y la leucemia, Franco lo pasó encerrado. Tenía 17 años cuando lo diagnosticaron. “Juega mucho lo psicológico, siempre estuve convencido que iba a poder ganarle. Sabía que podía pasar algo malo, pero siempre pensaba que podía salir con ellos (la familia) celebrando. Es la fuerza de cada uno”, contó Franco.

“Yo me acuerdo que yo decía, antes de febrero me voy de alta”, relató Franco y su papá completó que durante una semana comenzó su recuperación rápidamente y eso abrió el camino para el trasplante.

“Tres de cada cuatro hermanos en el mundo no son compatibles. Su hermana Camila dio compatible al 50%”, contó Miguel y agregó que “la infectóloga y los médicos estaban impresionados por los resultados: fue el paciente que más rápido recibió el alta tras el trasplante”.

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