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DE AYER A HOY

Enrique Carlos Schivndt recordó los años de alta exposición en la política

Su humilde niñez y el esfuerzo de su madre para que pueda estudiar. “Modernizamos el municipio”, destacó quien fuera secretario de Economía en los 12 años de intendencia de Jaime Linares.

Por Leandro Grecco
Faceboook Leandro Carlos Grecco / Instagram @leandro.grecco / Twitter @leandrogrecco

La historia la forjan los que hacen y se comprometen. Claro que también influyen esos factores externos que no se pueden soslayar, más allá de las decisiones personales. Es cierto que muchos ciudadanos eligen convertir la realidad desde la invisibilidad de su labor diaria y otros están predestinados a quedar más expuestos por la función que les toca ejercer. En definitiva, unos y otros toman riesgos y cargan una responsabilidad que pesa según lo que lleven en esa mochila.

En la etapa posterior al regreso a la democracia, una generación repleta de sueños, con la necesidad de un modelo diferente que pusiera fin a una etapa controvertida, se animó a entablar desafíos de transformación. Desde el ámbito privado, Bahía Blanca mostró un sesgo diferente, próspero y en la esfera pública surgieron distintos actores, capaces de aportar todo su conocimiento en virtud de la gran ciudad que se proyectaba.

Enrique Carlos Schivndt fue, tal vez, el funcionario más expuesto de los doce años en los que Jaime Linares ejerció la intendencia. A cargo de un área sensible, conoció cada rincón de los estados de ánimo de los bahienses, que fluctuaron a partir de los cambios en el poder adquisitivo que padecieron con los vaivenes propios de la época. Hoy, conoceremos algo más sobre un emprendedor que no se aferró a lo público y mantiene un espíritu de proyectar a partir de bases sólidas.

“Nací el 26 de Octubre de 1952 en la localidad de Algarrobo, partido de Villarino, luego con mi familia nos trasladamos a Teniente Origone y finalmente a Mayor Buratovich. Provengo de una familia humilde, trabajadora. Mis dos hermanos mayores trabajaron en el campo, una de mis hermanas fue enfermera y la menor es gestora”, fueron las primeras apreciaciones que realizó al comienzo de la charla en su oficina ubicada en Alvarado al 300.

Y recordó que “mis estudios primarios y secundarios los realicé en Buratovich. Una vez que egresé, comencé a trabajar en una empresa privada, donde permanecí un año. La falta de recursos económicos hacía imposible trasladarme a Bahía Blanca para iniciar una carrera universitaria, hasta que en una oportunidad, mi querida madre Herminia, me llama y me dice que debería hacer lo posible para estudiar”.

“Ella trabajaba sobre todo en los meses de cosecha de trigo, cocinando para la familia dueña del campo. En definitiva fue quien me impulsó para poder dar el siguiente paso y lograr convertirme en profesional. Es así que recibo una beca de la Universidad Nacional del Sur, la que me permitió realizar la carrera de Contador Público”, comentó, mientras revisaba mentalmente aquella etapa tan prolífera.

En tal sentido, resaltó: “Comencé a cursar en 1971 y logré graduarme en marzo de 1976, cursando posteriormente el Doctorado en Ciencias de la Administración, estando pendiente la presentación del estudio de Tesis. Ya en 1978 nos unimos en matrimonio con Marta Vásquez, tengo una hija, Flavia Andrea, y una nieta llamada Antonella, que es Arquitecta recibida en la Universidad Nacional de La Plata”.

“Inicié mi actividad en el ámbito privado, en empresas de Bahía Blanca. Luego me trasladé a Comodoro Rivadavia, convocado por un estudio profesional, donde me desempeñé apenas un par de meses hasta que volví a la ciudad y aquí me establecí definitivamente. Nunca me adapté al factor climático del sur del país”, admitió, con relación a lo que lo llevó a armar las valijas.

No obstante, enfatizó que “allá por finales de 1979 gané un concurso convocado por el municipio y ejercí las siguientes funciones: Auditor del Hospital Municipal, Jefe del Registro Patrimonial y Tesorero Municipal. Y ya en el gobierno del doctor Juan Carlos Cabirón fui designado Contador General. Para aquel momento ya había comenzado con mi militancia política, formando parte de la Comisión Directiva del Comité de la UCR”.

“Recuerdo que me llenó de orgullo haber sido parte de la fundación de la Editorial Estudios Municipales y de Administración en julio de 1993. Tuvo un origen educativo y desde su inicio, se ha especializado y orientado al desarrollo de procesos de reforma y fortalecimiento institucional a nivel local”, exclamó, sacando pecho y con orgullo.

A partir de ello, comenzó el punteo de lo que fueron los máximos anhelos concretados: “Logramos editar una revista dirigida a un 80% de los municipios del país, ampliando luego sus actividades a otros campos ligados a los procesos de modernización, desarrollando todo aquello vinculado a la formación y capacitación, de consultoría y asistencia técnica”.

“Tan revolucionario considero ese proyecto que fuimos pioneros en la educación online, pese a no contar con la tecnología de hoy, valiéndonos del correo postal para enviar los exámenes. A eso, debo sumarle lo rico de la experiencia que significó dar seminarios en diferentes comunas de la República Argentina a las que éramos convocados”, resaltó Schivndt, quien tuvo la posibilidad de conocer distintas localidades, en especial del norte del país.

En paralelo, reveló otro ítem que sumó valor agregado: “También me tocó vivir el nacimiento del portal educativo con educación a distancia Intermunicipios, con el cual llegamos con programas de capacitación online a todas las comunas de Argentina y países limítrofes. En los años de trabajo con la Editorial Estudios Municipales, fui autor de 14 libros técnicos de gestión Municipal. Primero se entregaban en versión impresa, hoy en versión digital”.

Y contó que “fui convocado por la mayoría de los municipios argentinos para realizar en sus sedes jornadas de capacitacion para funcionarios y agentes municipales. Hemos realizado congresos internacionales en Capital Federal. En uno de ellos, tomó parte el autor del proyecto Presupuesto Participativo Municipal, que implementara en el Municipio de Porto Alegre, Brasil. En este Congreso, también estuvo el por entonces Viceministro de Economia de la Nación, e Hilda Duhalde, esposa del entonces Gobernador”.

“En el año 1991, fui designado Secretario de Economía y Hacienda, en el gobierno de
Jaime Linares, permaneciendo en dicha función hasta el fin de su mandato año 2003. Con él siempre compartimos muchas de las estrategias, lo que hizo más sencillo llevar adelante una serie de acciones que implementaría desde mi cargo, con su aprobación. Nos conocíamos desde nuestra labor en el Comité y apenas me propuso cumplir ese rol en su gabinete, no dudé en aceptar”, ventiló, respecto a una charla que se dio en plena campaña electoral.

Las responsabilidades eran aún mayores: “Implementamos un modelo de gestión de modernización del municipio, lo que nos valió el reconocimiento a nivel provincial. Nuestro objetivo era el ciudadano, por eso Jaime siempre entendió que debíamos caminar toda la ciudad, con una mirada integral hacia los sectores más humildes, inclusive en sus últimos años de gobierno que coincidieron con la crisis de 2001, donde las necesidades se multiplicaron exponencialmente”.

“Modificamos la Ordenanza Fiscal e Impositiva, cambiando la Tasa por Alumbrado, Limpieza y Conservación de la Vía Pública, la cual se cobraba por metros lineales de frente por lo tanto pagaba el mismo valor el que tenía una vivienda en Palihue que el que vivía en el barrio más lejano y humilde de la ciudad. La convertimos en una tasa cobrada según el valor fiscal del inmueble”, postuló Schvindt.

Con la satisfacción del deber cumplido, añadió que “pusimos un marco de igualdad en la distribución de la carga Tributaria. En esos 12 años el municipio estuvo bien económicamente, a punto tal que hubo períodos en los que no fue necesario ni siquiera ajustar las tasas. Entre otros programas, implementamos el lema “quien más tiene, más paga”, una Tasa de Seguridad e Higiene al Comercio y la Industria de Bahía Blanca, basada en los montos de facturación”.

“Se creó la tasa por Servicios Indirectos, aplicada a todas las empresas y contribuyentes que no tenían sus comercios habilitados en la ciudad, pero que proveían y articulaban actividades económicas con industrias y comercios locales, haciendo uso para ello, de la infraestructura local: calles pavimentadas, control vehicular, estacionamientos, etcétera”, agregó el contador cuyo apellido tiene origen alemán.

Y mencionó: “Se puso en marcha el cobro a grandes contribuyentes que no cumplían en término sus obligaciones y/o ocultaban base imponible. También recuerdo que se le hizo frente a un juicio a Telefónica de Argentina y otras grandes empresas que se encontraban radicadas en la ciudad”.

“Otro punto saliente fue la creación del Fondo de Gas, destinado a extender las obras de tendido de nuevas redes en la ciudad. Este fondo se conformaba con el aporte del 3% de la facturación que aportaban los bahienses y con contribuciones de la compañía Distribuidora de Gas Pampeano. Se tendieron redes en Villa Cerrito, Villa Muñiz, Villa Talleres, Villa Serra, Villa Moresino, Villa Avellaneda”, aseguró, en relación a la ampliación de servicios en la periferia.

Pero la gestión no finalizó allí, porque en esos 12 años “se implementó un Plan de Regularización para Construcciones Sin Permiso, donde se concedían beneficios impositivos a los ciudadanos que estaban al día. Ello dio como resultado, la incorporación de cincuenta manzanas al catastro municipal. Se logró equidad, en función de que todos paguen según la cantidad de metros cuadrados construidos”.

“También se puso en marcha el Plan de Reactivación Local. Todo ciudadano que tuviese una construcción iniciada podían terminarla, también los que tuviesen terrenos y construyeran su vivienda, o su ampliación, podían ingresar al plan con amplios beneficios. Todo esto fue posible porque teníamos la planta de personal dentro del municipio más reducida de la historia de Bahía Blanca”, refirió Enrique (para sus más cercanos) o Carlos (para aquellos que lo recuerdan de su función pública).

Uno de los temas que más satisfacciones le otorgó fue un apuntalamiento a su labor: “En cuestiones de servicios de calidad al ciudadano, entró en vigor la facturación unificada y el envío de la factura al domicilio del contribuyente, de manera de evitar la cola y tiempo de espera de cada ciudadano. Recibía su factura y la pagaba en el banco más cercano. Además se evaluaba la medición y establecimiento de tiempos máximos de espera del ciudadano, en cada área de atención. Esto venía acompañado de auditorías permanentes para tener la seguridad del cumplimiento de los tiempos de espera. Caso contrario se reorganizaba el área respectiva para asegurar dicho cumplimiento”.

“Comenzó la Auditoría de Servicios al Ciudadano y Obras Públicas en general, lo que se hacía periódicamente, previa consulta al Director de Obras y Servicios Públicos sobre las órdenes de servicios u obras a esa fecha; lo que era constatado en cada lugar de prestación”, recalcó.

Por tal motivo, aseguró que “un punto no menor fue la reducción progresiva de la planta de personal, en la medida que el personal activo se jubilaba, no era reemplazado por nuevos ingresos. Se procedía a la rotación del personal y a su recapacitación. Se implementó la Bonificación por Desempeño. Se creó la comisión evaluadora, con participación del Sindicato Municipal, de la que surgía que personal era merecedor de dicha bonificación, por la excelencia en su tarea, de acuerdo a las pautas asociadas a la calidad de atención al ciudadano”.

“El 27 de Setiembre de 1993 me tocó participar de la puesta en valor del Nuevo Mercado Municipal, el cual fue reinaugurado. Se procedió al recambio total de pisos en galerías exteriores y pasillos interiores, reparación de montacargas, recuperación y repintado del subsuelo, renovación de marquesinas, parte de la mampostería exterior y puertas de acceso”, sentenció.

Asimismo, celebró que “se reabrieron 48 puestos totalmente renovados y a precios inferiores en sus productos comparados con el mercado local, con el objetivo de cumplir un rol social, asociado a los ciudadanos con dificultades económicas. Y promulgamos la descentralización del Hospital Municipal.

“Otro punto positivo desde el plano económico de mi gestión fue, con acuerdo de la Dirección de Promoción del Interior de La Plata, la creación del Mercado Concentrador Frutihortícola, trasladando el Ex Mercado de Aguado y estableciendo una fuente de provisión a todo el sur argentino que antes se dirigía a Buenos Aires. Se logró una fuente de salida importante para toda la producción regional”, cerró, en materia de aspectos positivos.

En el tramo final del artículo, se enfocó en lo sucesivo, donde su perfil y exposición bajó: “Ya en el plano privado, una vez culminada mi labor en la gestión pública, pasé a formar parte de la firma del acuerdo con la Universidad Siglo XXI de Córdoba, para el inicio de las actividades educativas en Bahía Blanca y la región. Soy el director de la institución desde hace 20 años. En 2008, firmamos el acuerdo entre nuestra Institución Educativa y la Universidad Siglo 21, para inaugurar Centros Universitarios en Bahía Blanca y Región”.

“En el presente, contamos con cuatro Centros Universitarios propios, localizados en la ciudad de Bahía Blanca, Punta Alta, Coronel Suarez y Tres Arroyos. Esta radicación posibilita que muchos jóvenes que habitan en dichas regiones, dado que nuestro sistema de educación basado en la tecnología permite trabajar y estudiar a la vez, se hayan sumado. Hoy tenemos la gran satisfacción, de que un número importante de estudiantes se hayan graduado y se encuentran ejerciendo su profesión”, postuló.

Y sumó: “En 2009, junto a mi esposa, fundamos La Residencia, un espacio para adultos mayores que brinda una variedad de servicios para la excelencia y calidad de vida de nuestras residentes, todas mujeres. Tanto la gerencia como la administración están a cargo de Marta, quien le dedica muchas horas de su vida”.

“En 2010, fui parte de la fundación del Instituto Regional en Ciencias Empresariales y Sociales (ICES) una nueva opción académica basada en la tecnología, con más de 20 Áreas Académicas y 120 ofertas académicas: Diplomaturas, Especializaciones, Capacitaciones y Cursos Expertos. Tenemos estudiantes en toda la geografía del país, como también en Uruguay, Paraguay y Chile”, sintetizó Schivndt.

Su veta política se mantiene viva: “Allá por 2018, nació la ONG Acción Cívica Bahía Blanca y Región, para apoyar a las personas que tuviesen necesidades básicas insatisfechas o problemas de vivienda, salud, entre otras. Además, contribuimos también a través de la misma a merenderos y comedores comunitarios”.

“Desde 2003 me mantuve al margen de cualquier tipo de cargo político. Y lo hice por decisión propia porque mis tiempos no me lo permitían. No obstante, si bien ya han transcurrido dos décadas de aquella última experiencia de gestión en la función pública, no descarto en un futuro volver a incursionar si se dan las condiciones, a partir de la creación de Radicales por Bahía, una organización que tengo el orgullo de liderar”, se esperanzó.

Por último, analizó un hecho crítico en el que engrosó la estadística de la inseguridad: “Respecto de aquel episodio en el que fui víctima de un violento asalto en mi casa, lo que puedo tomar como una suerte de moraleja es que nadie está exento a que le ocurra, más allá de lo sorpresivo de la secuencia porque como todos los días me había levantado a alimentar a nuestra mascota y por la galería de mi domicilio apareció una persona que me apuntó con un revolver. Intenté bloquearlo, pero irrumpen otros dos sujetos y se materializó el ilícito”.

“No me quedó una sensación de temor, siento internamente que no fue algo direccionado hacia mi persona, porque considero que le podría haber ocurrido a cualquier otro, como sucede en una gran cantidad de casos de inseguridad. Con mi esposa decidimos mirar hacia delante y dar vuelta la página, tratando de neutralizar cualquier secuela”, cerró.

La conversación siguió, pero ya con el grabador apagado. Lógicamente que surgieron anécdotas y el análisis de la actualidad. Enrique Carlos Schivndt está con las energías intactas para seguir aportando desde el lugar que le toque. Su voz autorizada, más allá de cualquier disidencia, vale la pena ser escuchada.

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