NBA
Manu volvió a ser homenajeado en San Antonio: qué cambió después de su ingreso al Salón de la Fama
El bahiense fue el protagonista del acto del entretiempo en el debut de los Spurs en la temporada. Agarró el micrófono y le habló a los fanáticos.

Tres años después de la ceremonia en la que se retiró la camiseta 20, Manu Ginóbili regresó al estadio de los San Antonio Spurs para ver cómo era reemplazada por una nueva con la inscripción “Hall of Fame”. La referencia, obvia, es para ese momento que, hace un par de semanas, lo convirtió en leyenda no solo en la Argentina sino en el mundo. Y el bahiense, de 45 años, se animó a agarrar el micrófono para hablarle a la multitud que lo ovacionaba y contarles qué cambió después de su ingreso al Salón de la Fama de la NBA.
“Ya me emocioné hace un par de semanas, ahora estoy más relajado”, confesó Ginóbili, que estuvo acompañado por sus hijos Dante y Luca en uno de los palcos del AT&T Center. Era el entretiempo del encuentro en el que los Spurs recibieron a Charlotte Hornets, que le dio una paliza por 129-107, pese a la baja del base estelar LaMelo Ball.

“Solo quiero que sepan lo importante que son para mí, cuánto me importan. Me sentí querido y apreciado desde el primer día y yo solo intenté corresponder. No estoy exagerando. Realmente me sentí bienvenido, amado y apreciado desde el primer día”, completó Ginóbili para los fans de los Spurs, equipo con el que conquistó cuatro anillos de campeón de la NBA (2003, 2005, 2007 y 2014).

Su camiseta número 20 ya lucía en lo alto del estadio desde marzo de 2019, un año después de su retiro como basquetbolista profesional. Ahora, fue reemplazada por una que agregó, además, la leyenda “Hall Of Fame”, para hacer referencia a su reciente ingreso al Olimpo del básquetbol, siendo el primer argentino en conseguirlo.

Ginóbili pasó toda su carrera en la NBA jugando para los Spurs, con 1275 partidos y un total de 17.097 puntos combinados entre la temporada regular y los Playoffs de 2002 y 2018.
En septiembre pasado, ingresó formalmente al Salón de la Fama del básquetbol. El bahiense subió al escenario junto a su excompañero y amigo Tim Duncan, quien se encargó de su presentación protocolar en la ceremonia.
El ex escolta fue el “ingresado” más destacado de la noche, ya que fue presentado sobre el final de la gala. Y a pesar de que ya había agradecido en sus redes sociales a todos los que fueron parte de su trayectoria, volvió a reconocer el apoyo de sus excompañeros y familiares para su éxito. “Muchas gracias. Esto es increíble. Ver esos videos. Fue un largo viaje”, fueron las primeras palabras del argentino.
Al igual que cuando jugaba, Manu puso lo colectivo por delante de lo individual: “Para jugadores como yo los logros individuales no son importantes. No estoy acá por haber sido yo, sino por los logros en equipo”.
Fuente: Clarín
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