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Es bahiense, tiene Asperger y pide una chance para insertarse en la sociedad

Ramiro Moyano tiene 27 años y un hermano gemelo autista. Confiesa que, aunque le cuesta socializar, posee numerosas capacidades y habilidades. Y pide una oportunidad: trabajo y amigos.

Por Cecilia Corradetti – Especial para La Brújula 24[email protected]

A pesar de haber sido diagnosticado con Síndrome de Asperger, un trastorno del espectro autista que le trae aparejados inconvenientes sociales y emocionales, Ramiro Moyano, que tiene 27 años y un hermano gemelo autista, puede hablar con naturalidad de sus fortalezas y debilidades.

El síndrome de Asperger es un trastorno que suele ser menos grave que el autismo. Las personas con esta condición pueden tener un comportamiento social inusual y un interés profundo en algunos temas específicos. Y esas son algunas de las características que Ramiro presenta desde su nacimiento, según cuenta en un diálogo profundo con La Brújula24.

“Sé que puedo aportar mucho a la sociedad y para eso necesito visibilizarme para seguir interactuando en las redes. De alguna manera, hacerme conocido significaría también profundizar acerca del Asperger y de todo lo que conlleva”, reflexiona, para agregar que su objetivo es sumar amigos en su Instagram @ramifmoyano, donde acusa más de 5.000 seguidores y se define como “calculista mental”, además de aclarar el diagnóstico en su perfil.

Ramiro Moyano muestra símbolo de Asperger

“Me defino como una persona extrovertida ya que me gusta relacionarme con la gente, aunque el mismo trastorno dificulta un poco esa parte. Tengo pocos amigos y me cuesta consolidar la faceta social, formar grupos de pertenencia, manejar las emociones e incluso mirar a los ojos. Sufro ansiedad y, como todo aquel que sufre mi condición, soy demasiado honesto, a veces sin filtro, digo lo que pienso sin medir…”, se autodefine.

–¿A qué te referís cuando te calificás como calculista?

–Precisamente, los cálculos. Siempre me gustaron y hoy tengo una habilidad, que es mencionar en el momento qué día de la semana caen determinadas fechas. Por lo general me piden fechas de los cumpleaños. Estudié ingeniería Civil y licenciatura en Matemática en la UNS, pero luego me cambié a Computación. Siempre me gustaron los números.

Moyano con su perro

–¿Cómo surge el diagnóstico de Asperger?

— Fue durante el secundario. Mi hermano Enzo, en cambio, que tiene autismo, fue diagnosticado a los dos o tres años. El fue a escuelas con integración, pero yo cumplí la primaria en La Asunción y la secundaria en San Vicente, donde en algunos momentos sufrí bullying y fue difícil. La discriminación es una realidad.

–¿Qué aspectos de la vida cotidiana son los que más te cuestan sobrellevar?

–Me gustaría relacionarme más y mejor con la gente, pero entiendo mis limitaciones y trabajo para modificarlo. Esto me podría ayudar, incluso, a conseguir un trabajo, algo que también me cuesta. A veces la ansiedad me traiciona, aunque creo que en realidad se trata de una mezcla de cosas.

–¿Por ejemplo?

— Suelo tomarme todo muy a pecho, soy extremadamente sensible y tengo, insisto, una honestidad excesiva. De todos modos, soy un convencido de que todos debemos tener las mismas oportunidades. No siento que mi condición tenga que frenar mis proyectos, pero es verdad que todo cuesta más.

–¿Qué te distrae; qué te gusta hacer?

–Voy al gimnasio, salgo a correr y en bicicleta y también dedico horas al estudio. Estoy habituado a percibir la mirada ajena y a veces duele, pero uno de mis objetivos es sumar más seguidores en mis cuentas para seguir relatando de qué se trata el Asperger, visibilizarlo y superar algunos trances.

Ramiro Moyano (de bordó, segundo desde la izquierda) con su hermana, madre y hermano gemelo

–¿Dónde solés encontrar el apoyo?

–Fundamentalmente en mis seres queridos. Vivo con mi mamá y mi hermano, aunque tenemos otra hermana, Yanilla, cinco años mayor, que tiene su familia. Soy nacido en Puerto Belgrano, mis padres son retirados de la Armada Argentina y actualmente vivimos en la zona del Hospital Penna.

En un viaje a Roma en 2017

–¿Cuál es tu sueño?

–Continuar estudiando hasta llegar a la meta y poder relacionarme mejor. También sueño con generar contenidos en las redes y para eso necesito más apoyo.

–¿Sentís que tu día a día representa un desafío?

–Exactamente. No es fácil sobrellevarlo por las implicancias que tiene, pero hay algo que sobresale dentro del síndrome de Asperger o, por lo menos, de mi personalidad: siento que tengo un gran corazón y una sensibilidad superior a la media.

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