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represión en la cancha de Gimnasia

Declaró el policía que le apuntó a un camarógrafo en La Plata: ¿Qué dijo?

El principal Nahuel Falcón realizó una insólita defensa en la investigación que busca establecer por qué se produjo la brutal represión de la Bonaerense que disparó más de 400 postas de goma. “No vi hacia dónde apuntaba”, se defendió. En tanto, el excomisario a cargo del operativo, Manuel Gorbarán, se negó a declarar. “Toda la cadena de mando está bajo investigación”, sostienen en la Provincia.

El policía que le disparó a un camarógrafo durante la violenta represión del jueves en la puerta de la cancha de Gimnasia y Esgrima de La Plata declaró que lo hizo porque le tiraron piedras y “para evitar más disturbios”. Así lo señaló el principal Nahuel Falcón al ser indagado por la Justicia, que debe establecer por qué se produjo la brutal represión en la que la Bonaerense usó sin control gases lacrimógenos y disparó 400 postas de goma contra los hinchas. Falcón se defendió también con el argumento de que no vió “hacia dónde disparaba”. En cambio, el excomisario a cargo del operativo, Manuel Gorbarán, se negó a declarar. 

El camarógrafo de T&C Sports, Fernando Rivera, recibió tres impactos de bala de goma mientras cubría la represión. En su momento, contó que “el policía me vio y me disparó”. Falcón quedó imputado por “lesiones calificadas”, mientras que Gorbaránes acusado de “estrago doloso seguido de muerte”, debido a que como una derivación de la violencia, un espectador murió de un infarto. 

Se trata de César Regueiro, de 57 años, que había llevado a la cancha a sus nietos. En su homenaje y como reclamo de justicia, los jugadores salieron a la cancha este domingo vistiendo una remera negra con la inscripción: “No fueron incidentes, fue represión”.

“Toda la cadena de mando está bajo investigación para determinar responsabilidades”, dicen en la gobernación sobre el caso. Aunque todavía faltan elementos para corroborarlo, los colaboradores de Axel Kicillof sospechan que una interna entre los jefes policiales metió la cola en el operativo de seguridad. Sucede que en la semana habían sido reemplazados los jefes de la Departamental La Plata debido a que los índices de inseguridad en la capital provincial eran muy superiores al resto de la provincia; la hipótesis es que hubo un ajuste entre los desplazados y los promovidos en la departamental: en disconformidad con los cambios, los efectivos habrían ido a provocar los disturbios -o a dejar que ocurrieran-, como un modo de golpear a los nuevos jefes.

En los cuadros bajos también hay mar de fondo. Efectivos de la Bonaerense empezaron a hacer circular un formulario para negarse a cumplir con el servicio de seguridad en las canchas de fútbol, a partir del miércoles 19.  Argumentan que “el policía raso la pasa mal” y que la seguridad en los estadios ”siempre fue un negocio de los jefes”. En caso de que haya masivas renuncias a la cobertura de seguridad, podría peligrar la realización de los encuentros de fútbol. 

El futuro de Berni

La continuidad del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, sigue siendo cuestionada. No sólo por la oposición, sino por figuras del Frente de Todos que señalan que Berni transmite el estilo de violencia que se vio en el partido de Gimnasia y Esgrima contra Boca. 

Este domingo se sumó a esas voces la senadora María Teresa García, presidenta del bloque del Frente de Todos. “No alcanza con que se remueva al jefe del operativo”, advirtió la senadora, y agregó que  “la responsabilidad también alcanza al ministro de Seguridad, por más que tengamos subordinados en algunos temas”. De esta manera García dejó claro que considera insuficiente que el gobernador haya apartado de la fuerza al jefe policial y a los policías que intervinieron. 

Sin embargo, aunque las críticas provengan del propio espacio, Kicillof va a esperar a que avance la investigación para tomar la eventual decisión de remover a Berni. 

En otras palabras, todavía no está claro qué llevó a la brutal represión contra los hinchas, que se desató en la puerta del estadio en los primeros minutos del partido. Es posible que haya habido una sobreventa de entradas y por eso un amontonamiento de gente tratando de ingresar a la cancha. La cantidad de efectivos destinados al partido fue, por otra parte, mucho más baja que lo habitual.

Página 12

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