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Crecen las sospechas en Córdoba

Denuncian una extraña maniobra en el hospital donde murieron al menos cinco bebés

Una empleada del Hospital Materno Neonatal de Córdoba dijo que la institución sabía lo que pasaba un mes antes y quisieron “tapar todo”.

Una orden de guardar silencio y maniobras extrañas. El misterio por la muerte de al menos cinco bebés sanos en un hospital de Córdoba suma nuevas sospechas, a partir del testimonio de una empleada. En paralelo, dos nuevos casos se hicieron públicos y las familias de los que ya estaban siendo investigados comenzaron a ser citadas a declarar ante la Justicia.

Gladys Ríos es supervisora general del Hospital Materno Neonatal “Dr. Ramón Carrillo”. Dice que las muertes ocurrieron durante el turno noche, en el que ella no trabaja y las atribuye a “una mano negra”. También denuncia que el hospital “encubrió” los hechos.

Según reveló, puertas adentro del centro de salud cuentan nueve casos sospechosos de muertes de recién nacidos sanos que desmejoraron rápidamente hasta morir: uno en marzo, cuatro en mayo y cuatro en junio.

Fuentes del caso confirmaron que en un principio recibieron más casos –entre once y doce– pero varios de ellos fueron descartados porque no se enmarcaban en casos de posible “homicidio intencional” o “mala praxis”, las dos hipótesis más fuertes que sigue la Justicia.

En la fiscalía de Raúl Garzón, a cargo del caso, no dieron estas precisiones, pero sí informaron que iniciaron la investigación luego de una denuncia anónima a principios de julio.

Un mes antes, sin que tomara estado público, el Ministerio de Salud había iniciado a un expediente administrativo y apartó a los profesionales que habían tenido contacto con esas familias y a los directivos del hospital, entre ellas su directora, Liliana Asís.

Una “mano negra” y una “noche fatídica”

La supervisora Ríos está convencida de que “las autoridades hospitalarias taparon todo” desde mucho antes de la “noche fatídica” del 6 de junio, donde los hechos fueron de tal magnitud, con tres casos de desmejoría en simultáneo, que hasta el propio Ministerio de Salud intervino.

Pero según Ríos, un mes antes “ya las autoridades sabían que algo pasaba”. El 18 de marzo había nacido y fallecido el bebé de Vanesa. El 23 de abril, el de Carolina. En mayo, asegura la supervisora, hubo otros cuatro bebés sanos fallecidos.

Entre otras acciones, “en mayo, mandaron a cambiar los lotes de la vitamina K, un medicamento que se le da a los recién nacidos, no solo del área de neo, sino de todo el hospital”.

“No le dieron a conocer a Cardozo –el ministro de Salud de Córdoba– nada de lo que pasaba. Esperaron a que fallecieran más chicos”, acusó.

En mayo, además de cambiar ese medicamento, “nos empezaron a entrevistar en absoluta reserva y nos dijeron que no podíamos hablar de nada de esto ni dar entrevistas”, agregó. “Nos quisieron callar a todos, que no podíamos decir nada a nadie, por eso no dije nada antes”. La supervisora del turno mañana inició el proceso de jubilación.

Según relató, en ese momento pidieron separar transitoriamente a dos enfermeros. “Los pusieron en días de días de vacaciones. Nunca los dejaron hablar. Les dijeron que tenía que decir nada por un tiempo, hasta que se esclareciera todo. Pero fue mentira. Las autoridades del hospital nunca esclarecieron nada. Nunca llamaron a nadie, porque esto es un tema político y no querían que nadie se enterara de nada”.

“Como siempre, se agarran con los perejiles. Los dos son excelentes chicos, relativamente nuevos en el hospital. Si los tuviera que calificar del 1 al 10, les pongo un 20”, opinó y resaltó que “en el hospital se tapó todo. Se entrevistó a la gente a puerta cerrada”, insistió Ríos y agregó que, en su opinión, en este caso “tiene que haber una mano negra que actuó”.

Sobre el potasio, la sustancia encontrada en los estudios de autopsia a dos de los cuerpos de los bebés muertos, Ríos dijo: “El potasio es letal. Se administra por suero, pero nunca en el caso de un bebé. No lo podés poner medio litro de una ampolla de potasio. Un bebé no puede tolerar ni tampoco necesita eso”, detalló.

Sobre la intervención del Ministerio de Salud, Ríos no está segura del momento preciso, pero señala que la situación tocó fondo la noche del 6 de junio. “Cuando llegué a la mañana siguiente, mis compañeros lloraban. ‘No sabés, Gladys, la noche que pasé, los bebés que se murieron’”, le dijeron.

En tanto, el Ministerio de Salud se mantiene en silencio sobre las responsabilidades institucionales del Hospital. Ante la consulta sobre la denuncia de Ríos, prefirieron no hacer declaraciones. 

Por el caso todavía no hay imputados ni detenidos, aunque los abogados de las familias señalan que lo más probable es que se trate de un delito “intencional” y no mala praxis.

Dos nuevos casos de bebés muertos en el hospital

El abogado Carlos Nayi, que representa a cinco familias que perdieron a recién nacidos en el centro de salud, informó que recibió en su despacho a dos nuevas posibles denunciantes por muertes sospechosas.

El primer hecho habría ocurrido a mediados de junio, fuera de las fechas bajo investigación que informó la Provincia, cuando una mujer dio a luz a su bebé sano y murió a las pocas horas tras presentar complicaciones similares a los otros casos, según el abogado.

El segundo caso, el 5 de junio, sería el de una mujer tuvo un bebé de 35 semanas de gestación en el hospital, tras “un embarazo controlado”. Los médicos, contó Nayi, le dijeron que había nacido muerto y que había “fallecido tres días antes adentro de su vientre”.

La mujer dudó de esa versión porque había notado “que el bebé se movía y pateaba en la panza”. Sin embargo, se decidió a pedir el esclarecimiento y Justicia, recién al escuchar sobre la investigación del fiscal Raúl Garzón, que se volvió pública el jueves pasado.

La madre había notado “que su bebé se movía, pateaba, contó el abogado Nayi y contó, que no obstante, se le informó que el feto había muerto en su panza tres días antes, remarcó el letrado.

Comienzan a declarar las primeras denunciantes

El fiscal Garzón realizó hasta el momento un allanamiento en el hospital, donde incautaron historias clínicas de los fallecidos, entre otros documentos relevantes para la investigación. Ahora, comenzó a tomar declaración a las madres de las cinco víctimas.

Este sábado fue el turno de María, la mamá de un bebé que nació en estado “óptimo”, según los exámenes médicos y que al poco tiempo se puso pálido, luego frío y luego presentó un hematoma en la espalda al que se le hizo necrosis (tejido muerto).

La herida es similar a una quemadura y al día de hoy el recién nacido se encuentra en tratamiento. María relató que nació totalmente sano, pero que recuerda que vio dos manchas de sangre en la batita del bebé, como si lo hubieran pinchado.

El bebé nació el 6 de junio, un día más tarde que el caso de la mamá cuyo hijo estaba muerto tres días antes de nacer y que llegó al abogado Nayi ahora.

El 6 de junio también fue el mismo día en el que nacieron y murieron los bebés de Yoselín y Brisa, tras presentar síntomas similares, como palidez y manos frías.

La abogada de María, Daniela Morales, relató a Clarín que su clienta escuchó como desde la habitación contigua otra mamá también pedía ayuda y luego los gritos desesperados de otra, presumiblemente ante la noticia del fallecimiento de su bebé.

“Cuando apareció el hematoma, una enfermera la intentó culpar. Le preguntaba si se le había caído y ella dice que no, que la había cambiado y no había notado nada”, contó Morales.

Los análisis de sangre que se realizaron sobre el bebé, arrojaron un elevado nivel de potasio en sangre, como ocurrió en otros bebés que fallecieron.

María recuerda que cuando pasó esto nadie le explicó por qué tenía esta sustancia, pero un profesional de la salud, ella dice que fue una enfermera mujer, pero no está segura, le recomendó que consultara a un abogado, porque no era normal lo que había pasado.

Fuente: Clarín

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