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Cocaína flotando en la ría

Una especialista explica “la ruta de la droga” en el Mar Argentino

Carolina Sampó, investigadora del Conicet, habló en La Brújula 24 acerca de cómo son utilizados los puertos por las organizaciones criminales.

Foto ilustrativa

En el marco del hallazgo de los 170 kilos de droga que aparecieron en bolsos flotando sobre la ría, frente a la Base Naval Puerto Belgrano, y el rastrillaje relacionado a la aparición de una “lancha fantasma”, una especialista en la materia habló en LA BRÚJULA 24 acerca de cómo son utilizados los puertos por las organizaciones criminales.

Se trata de Carolina Sampó, investigadora del Conicet y coordinadora del Centro de Estudios sobre Crimen Organizado Transnacional (CeCOT). La profesional, junto a la autora Valeska Troncoso, realizaron un estudio que publicaron bajo el nombre “Las rutas de salida de la cocaína en el Cono Sur”.

En relación con lo ocurrido en nuestra ciudad y su investigación, Sampó comentó que “de alguna manera vino a servir de caso testigo de alguna de las hipótesis que los especialistas venimos manejando”.

“En esta nota que publicamos hablamos de los puertos de contenedores, pero obviamente esa no es la única ruta de salida de la cocaína en nuestra región. Sabemos del uso de veleros, de lanchas rápidas, que sirven para cargar otras embarcaciones”, mencionó en diálogo con el programa Vive Cada Día.

El procedimiento del narcotráfico en los puertos:

La investigadora indicó que existen dos modalidades: “una de ellas es tirar la carga y que después eso se recoja y se lleve hacia un barco que, por ejemplo, esté después de las 200 millas y lo lleve con destino directamente a Europa. Hay información de que los barcos pesqueros estarían muy vinculados a estas cuestiones”.

“La otra es hacer el trasbordo desde otro tipo de embarcación, la cual tenga capacidad de cruzar el atlántico en nuestra latitud -porque no es un mar fácil- hacia el barco más grande que se la lleva”, explicó.

Acerca de los controles:

“Una vez que están fuera de la milla 200, esas son aguas internacionales, el problema es quién controla ahí. Luego, en cada uno de los barcos, se encuentra lo que se llama tripulantes infieles. No es que siempre toda la tripulación sabe lo que está pasado, o que ‘x’ empresa está involucrada”, aseguró la especialista.

Y agregó: “Una vez que se dejó el puerto de salida, y ya no hay controles de ninguno de los Estado, si se carga en altamar, es muy difícil que se controle”.

Por último, Sampó reflexionó sobre la gravedad de la problemática y opinó que “no parece ser un tema que esté tan en agenda en los Estados de nuestra región, que son aquellos que tienen pocos recursos en un contexto muy complejo, pero es necesario empezar a discutir abiertamente estas cosas”.

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