El comandante Rodolfo Castro Fox recordó cómo fue la ofensiva aérea en Malvinas

Un grave accidente lo había dejado fuera los aviones, pero incluso en condiciones muy complejas, voló como comandante de la 3ª. Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque que contaba con ocho aviones en la Guerra de Malvinas. Se trata de Rodolfo Castro Fox.

“Tenía ya 20 años de actividad de vuelo, más de 5.000 horas de vuelo, era la guerra, era el comandante, no podía dejar de ir”, contó en el programa Nunca es Tarde, que se transmite por La Brújula 24.

En agosto de 1981 Castro Fox estaba en una práctica y “en un momento se cortó el cable por una falla técnica. Quedé con poca velocidad como para seguir volando, pero con mucha como para frenarlo. Así que traté de mantenerlo, pero no hubo caso. Inicié la inyección, voló la cabina. El avión se dio vuelta y caí más o menos de unos 13 metros al agua, pero al caer se encendió el cohete y salí disparado hacia abajo como si fuera un torpedo. Ahí perdí la consciencia, no recuerdo nada más”.

Lo que siguió fue un largo proceso de recuperación para lo que fue prácticamente un milagro. “En el brazo tuve operaciones, me pusieron clavos en los huesos para que se soldaran bien. Estuve 102 días con yeso en distintas posiciones. Quedé con un 30% de discapacidad laboral civil”, contó.

“El 26 de marzo (de 1982) me enteré del tema de Malvinas en una reunión del Comando de Aviación Naval”, relató y agregó que en ese momento solo preguntó cuál se esperaba que sería la reacción de los ingleses. La respuesta que recibió fue que ellos no sabían qué hacer con las islas y que habría negociaciones luego de izar las banderas.

Castro Fox señaló que desde hacía tiempo se estaban preparando para las maniobras que hicieron: volar a muy baja altura para lanzar ataques más efectivos.

“Lo habíamos practicado y nos daba más o menos 4 a 5 minutos para que sus radares nos detectaran. En Malvinas nos ocultábamos volando muy rasante sobre isla”, dijo.

Castro Fox aseguró que el desarrollo de la operación para recuperar las islas, “fue muy bien hecha, pero lo posterior fue demasiada improvisación, porque no estaba planificada. Y cuando salió Galtieri a decir ‘si quieren venir que venga’, quemó las naves”.

“No estuvimos tan lejos (de la victoria) hay que preguntarle al enemigo y ellos dicen que estuvieron muy cerca también porque perdieron muchos buques y si las bombas (argentinas) que no explotaron por un problema de espoletas hubiesen explotado hubiera sido mucho más de los siete buques que se les hundió y después en tierra se estaban quedando sin munición. Ellos mismos dicen pudo haber sido otro el final si hubiéramos aguantado una semana más”, concluyó.