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rottemberg en la brújula tv

“Pinti tuvo la rara habilidad de bajar la realidad al lenguaje popular a través de sus malas palabras”

La muerte del inigualable artista Enrique Pinti, ocurrida el pasado día domingo a la madrugada, aún conmueve al mundo del espectáculo y a todos quienes disfrutaron de sus espectáculos. En la noche de ayer dos de sus grandes amigos, el productor bahiense Daniel Volpe y el reconocido empresario Carlos Rottemberg, visitaron los estudios de La Brújula Televisión, e hicieron una semblanza sobre su vida y obra.

“Estamos escribiendo una página triste de la historia de la cultura argentina, Enrique fue más que un actor, mas que un artista, fue un dramaturgo que tuvo la rara habilidad de bajar al lenguaje popular a través de sus malas palabras, su verborragia apresurada, de llegar con un mensaje con contenido y convirtiéndolo en popular”, reflexionó Rottemberg. “Si una escucha este himno, que es ‘Quedan los artistas’, si uno lo escucha con atención, nos queda lo popular, pero la canción habla del mundo, de guerra, de injusticia. En realidad todo lo que hizo fue así de llevar a lo popular con conceptos, con contenido”.

“Era una persona muy culta le permitía hacer una Cabalgata Histórica Musical a través de humor y la otra habilidad era terminar el espectáculo actualizado, porque terminaba la historia pasada pero al otro punto estaba lo que que estaba transcurriendo lo de ese día, ese fue otro hito histórico en el teatro argentino. Esa actualidad del monólogo final era un valor agregado de la obra”.

Rottemberg añadió que “si a eso le sumamos que fue uno de los inventores del Café-concert, hoy se habla del stand up. ¿Qué era Pinti 60 años atrás? Era eso. Es de la camada que inventó el sótano o el altillo para el espectáculo, escribió el espectáculos, programas, adaptó libros de primeras figuras de la escena argentina, pudo desarrollar sus trabajos en cine”.

“No hay dada de que Pinti fue un apasionado por su espectáculo. Ya en los últimos tenía que hacerlos sentados, pero no dejaba de subirse al escenario”.

Por otra parte, Daniel Volpe rememoró que “lo traje tres veces a Bahía. En la última oportunidad no llegó a la ciudad, ya que no quería verse bajarse del avión en silla de ruedas. Por eso convenimos con su representante suspender la obra para evitarle pasar ese momento y coincidimos no someterlo a eso que a él le disgustaba. Se fue un gran amigo. Un señor arriba y abajo del escenario”.

Finalmente, Volpe aseguró: “Fue una de las personas más humildes y desprendidas que conocí en el mundo del espectáculo. Se patinaba la plata, pero no en frivolidades, sino ayudando a los demás”.

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