WhatsApp de Publicidad
Seguinos

POR KEVIN KALISTER

Éclair: la nueva cafetería y pastelería francesa de la ciudad

Está ubicada en Mitre 86 y ofrece un menú con opciones para toda hora.

Por Kevin Kalister / Redacción de La Brújula 24

Hace un poco más de seis meses desembarcó en nuestra ciudad Éclair “Pâtisserie et Café”, un lugar que trae consigo una propuesta diferente a la que estamos acostumbrados, pastelería y comida francesa.

Está ubicada en Mitre 86 y abre de corrido desde las 8 hasta las 21 , por lo que en el menú se pueden encontrar opciones para toda hora. El ambiente es amplio, cálido y se encuentra diseñado acorde a lo que ofrecen.

En lo salado se destaca el croque madame ($530), sándwich de pan de molde blanco relleno de jamón y queso gratinado, con salsa bechamel y coronado con un huevo frito. Asimismo, también ofrecen la versión sin huevo, denominada croque monsieur ($510).

Otras de las opciones que degusté fueron las tostadas, con pan a elección (integral o blanco), huevo revuelto, palta y cherrys. Estaban bien y su precio era de $720, incluyendo la bebida.

En lo dulce tenemos al famoso éclair: un producto elaborado a partir de una masa bomba (la misma que se usa para los profiteroles), horneado y relleno.

En este caso había disponible seis sabores diferentes, probé el de pistachos y estuvo alucinante. La masa es super liviana y el protagonista es el relleno. El valor es de $230 c/u.

La mousse de dulce de leche ($580) fue la única torta que probé de su gran variedad. A pesar de parecer una bomba, se podía comer sin que empalague y, además, el bizcochuelo no tenía harina, lo que logró que sea menos pesada.

Sin lugar a dudas, lo que más me gustó y me sorprendió fue el croissant con crema de limón y merengue flambeado ($500). No soy muy amante de los cítricos, pero esta combinación me hizo replantear dicha postura.

El hojaldrado era liviano y de sabor neutro, con un perfecto laminado. El relleno le sumaba mucho sabor sin empalagar, obteniendo como resultado una pieza de panadería muy equilibrada.

El café con leche ($250) no sorprendió, pero estaba correcto para acompañar. La presencia de cuatro opciones dulces y una salada sin gluten en la carta es algo a destacar, como así también la cálida atención.

Las ganas de volver sobran y más sabiendo que hay tantas opciones de pastelería internacional que nunca he probado.

Es un placer que haya abierto en Bahía un local de este estilo, no solo porque te ofrece la posibilidad de degustar nuevas opciones, sino también porque de alguna manera obliga a los demás lugares gastronómicos a mejorar, elevando la vara de calidad en la ciudad.

(Kevin Kalister, bloguero e instagramer. Creador de @bahiablancafood)

Lo más leído