Incidentes, detenidos y un enorme basural en el monumento a Milstein

Un amplio operativo se montó durante la última madrugada en distintos puntos de la ciudad en el marco de los festejos navideños en los que miles de jóvenes dieron rienda suelta a la alegría y donde no faltó el descontrol.

Personal policial, de Tránsito y de Fiscalización estuvo a cargo de las tareas, siendo la esquina de Rosario y Cuyo el epicentro, donde sobre el cierre de la celebración se produjeron desmanes (incluso volaron botellas que tenían como objetivo lastimar a los uniformados) que obligaron a desalojar el lugar.

Martín Moyano, Director de Ordenamiento Urbano, indicó en diálogo con la redacción de LA BRÚJULA 24 que "las tareas se realizaron con normalidad desde la medianoche y sin mayores contratiempos". Allí, además, trabajaron uniformados de la seccional Séptima, del Comando, Policía Local y Caballería.

Además, fuentes oficiales confirmaron que en inmediaciones al monumento a César Milstein, donde hubo cerca de dos mil personas, se concretaron siete detenciones (en su mayoría menores) envueltos en la trifulca. En paralelo, con los primeros rayos de sol, los vecinos observaron con indignación el basural que quedó en el espacio verde.

"Desplazamos el control previsto para vigilar el regreso de la fiesta de Villarino hacia la rotonda de Grünbein, porque el evento se mudó a último momento a Punta Alta", manifestó, en otro tramo de su breve testimonio.

En total, se labraron 68 infracciones y hubo 41 vehículos secuestrado sobre un total de 607 controles en 16 puntos distintos de la ciudad, la mayoría por falta de documentación, aunque también hubo 14 alcoholemias y un test de drogas positivos.

Desde el servicio de emergencias Siempre confirmaron que debieron acudir a más de 40 llamados. El factor más recurrente fue el exceso de alcohol, aunque también se dieron algunas consultas por Covid-19 e incluso para atender a un paciente con un posible ACV.

También se llevó adelante un exhaustivo trabajo en las confiterías bailables, donde se desalojaron los patios que no tenían habilitación para funcionar. Tanto en los boliches como en el autódromo (donde se realizó otro evento) se desarrolló todo con normalidad.

Hubo denuncias por fiestas privadas que, en su mayoría, eran familiares. Salvo una en Clegg y 14 de Julio donde se cobró una entrada de mil pesos y fue desalojada. Por último, también hubo secuestro de pirotecnia.