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INFORME ESPECIAL

Bahía y la donación de órganos: un compromiso por la vida

Desde hace varios años, la ciudad se ubica entre las primeras del país en cuanto a cantidad de procesos de ablación. Cómo se realizan esos operativos. La palabra de especialistas.

Por Juan Tucat, redacción La Brújula 24
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La pérdida de un ser querido conlleva un dolor inmenso. Solo aquellos que lo atraviesan saben de qué se trata. Es algo irreparable. Pero de igual modo, eso a veces puede ser el hilo conductor para salvar otras vidas, para dar esperanza. Ni más ni menos que eso.

Son varios factores los que se necesitan para lograr el milagro de la donación de algún órgano. Por ello, en esta nota de La Brújula 24 se intentará poner en palabras el verdadero significado de cada uno de estos operativos. Y sobre todo, el detalle de un trabajo que se lleva adelante en nuestra ciudad de manera ejemplar.

Pero primero, lo primero.

¿Qué es la donación de órganos? es la remoción de órganos o tejidos del cuerpo de una persona que ha muerto recientemente, o de un donante vivo, con el propósito de realizar un trasplante. Los órganos y tejidos son retirados en procedimientos similares a la cirugía.

Personas de todas las edades pueden ser donantes, aunque la popularidad de las donaciones varía sustancialmente entre diferentes países y culturas. En Argentina, por ejemplo, la decisión es personal y privada, pero es fundamental conversar del tema. Como se mencionó al principio de este informe, el momento del fallecimiento de un ser querido es muy difícil y se necesita un proceso de aceptación complejo. Para algunos más que para otros, por supuesto.

Por ende, es importante que las personas conozcan la última voluntad de sus íntimos, para que así puedan acompañar y cumplir ese deseo.

Y para poner en contexto, datos. Según señala el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implantes (Incucai), son 7.050 las personas que necesitan en la actualidad un órgano para salvar su vida, mientras que 1.364 es la cantidad de trasplantes realizados en lo que va del 2021 y 544 fueron donantes. Son números, y varían a cada instante.

Bahía Blanca, marcando la diferencia

El doctor Jonás Bracco es el jefe de la Unidad de Procuración de Órganos y Tejidos del Hospital Municipal y habló al respecto con este cronista. Referente sin lugar a dudas a la hora de contar con una palabra autorizada en la materia. Explicó que “a diferencia de otras ciudades del país, Bahía tiene un equipo de procuración y eso es lo que hace la diferencia”.

“Es decir, un equipo de personas a quien uno puede encomendarle la tarea de la procuración de órganos y tejidos, de certificar el fallecimiento de las personas y generar órganos para trasplante a partir de esos fallecidos. Eso marca la diferencia, por ejemplo, del resto de ciudades de Región Sanitaria 1”, analizó el profesional.

Y a modo de ejemplo, comparó: “Otras ciudades que tienen este equipo, que actúan de manera similar y tienen otras problemáticas y otras cosas resueltas, son Mar del Plata y Olavarría. En el resto no existe, por lo tanto no generan procesos de donación con la misma asiduidad, lo hacen eventualmente”. “Cuando muere una persona que se consideraba donante, lo expresa la familia y a partir de eso se llama a un equipo de procuración. Pero el resto de las personas que fallecen no lo hacen a la vista de este equipo”.

Jonás Bracco, jefe de la Unidad de Procuración de Órganos y Tejidos del Hospital Municipal.

“En Bahía Blanca, todos los fallecidos del Hospital Municipal, por ejemplo, son declarados a la Unidad de Procuración. Los que tienen condiciones para poder ser donantes son evaluados para tratar de llevarlos a donar y los que no tienen condición son evaluados para para descartados como donantes y se los da de baja. Esa es la situación por la cual Bahía tiene una alta tasa de donación”, consideró.

¿Cómo se realizan los operativos?

En relación a los procedimientos, Bracco señaló que “el trabajo comienza en cualquier hospital que entre una persona con una lesión neurológica determinada, con una determinada gravedad que hace que esa persona pueda evolucionar favorablemente como pueda evolucionar en forma desfavorable”.

“Si lo hace favorablemente nosotros lo damos de baja y dejamos de seguirlo. Aunque si lo hace desfavorablemente entonces lo vamos a seguir más cercanamente. Si completa o genera signos de muerte encefálica o de daño difuso irreversible, entonces estamos más cerca de él para para certificar la muerte y obviamente llevar adelante el proceso de donación en caso de que fuera donante expreso o bien que no hubiera manifestado voluntad al respecto”.

“En ese contexto se lleva adelante la Ley Federal de Trasplante 27447 y la persona que no se manifestó en contra se transforma en un donante de órganos y tejidos”, contó el especialista.

La opinión pública

“En cuanto a la opinión pública y a los medios de comunicación siempre fue realmente buena tanto la recepción como la evolución del tema al respecto. Siempre fuimos no solo bien tratados y recibidos, sino que apoyados. Creo que porque tiene un costado muy sensible con la población y con la gente que espera y sufre. También con la gente que acompaña a la persona fallecida, sus familiares”.

“Es una especialidad que tiene un costado muy cercano con la gente, tanto para el que sufre por la espera como por el fallecimiento. Siempre el manejo en la opinión pública siempre fue acorde a lo que representa la donación de órganos. Y también tiene algo que ver con esto milagroso que sucede en la espera y que se da cuando suceden los trasplantes”, aseveró el doctor.

“Es maravillosamente mágico prolongar la vida”

Nora Tortello es una referente de la ONG Estrellas Amarillas en Bahía Blanca. En contacto con La Brújula 24 elaboró una interesante reflexión al respecto, y relató que “es algo que en no se habla con anticipación, sí se puede hablar de la muerte o cosas por el estilo, pero no de la donación. Y menos cuando una persona es joven, esto te toma de sorpresa”.

“Yo estoy a favor y me parece algo maravillosamente mágico prolongar vida, que la persona esté en otro corazón latiendo. Queda ese pedacito de nuestro ser querido cerca nuestro. Pero a su vez pienso que esta tragedia, una muerte inesperada, es como que en ese momento uno no piensa en eso. Yo lo digo desde mi experiencia personal, es como que no se te viene a la mente”, consideró.

Nora Tortello junto al intendente Héctor Gay y funcionarios locales. (Foto Facebook)

“De la familia de Estrellas, hasta donde conozco, una sola persona donó los órganos de su hijo. Pero más allá de eso no he escuchado, y creo que es porque no está planificado. Hay muy pocas personas quizás que hablen de esta situación en forma prematura, especialmente en la franja etaria de gente joven, que es la que en mayor medida pierden la vida en siniestros viales”.

“Si en ese momento uno no hace la donación no creo que sea por egoísmo, es el shock traumático que atraviesa. Seguramente con el paso del tiempo uno cambiaría de opinión. A veces el impacto es tan fuerte que no te da tiempo a pensar en nada”, explicó Nora.

Hay que hablarlo

En Argentina existe la Ley del Donante Presunto, la cual indica que toda persona es donante excepto que exprese lo contrario. Sin embargo es fundamental que la persona manifieste por escrito y converse con sus familiares y amigos acerca de su decisión, porque el fallecimiento de un ser querido es un momento traumático y es importante que dentro de ese proceso todos tengan en claro cuál era la última voluntad que la persona manifestó en vida.

Para más información, podés visitar la página del Incucai y evacuar tus dudas.

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