El relato de un colaborador del DT baleado: “Tratamos de superar lo que vivimos”

Han quedado distinto tipo de secuelas por la lamentable derivación que tuvo el desarrollo del partido por el Torneo Federal A entre Huracán Las Heras y Ferro de General Pico, cuando se produjo un tiroteo que terminó con el DT del equipo visitante con una herida de arma de fuego. Milagrosamente el impacto dejó una lesión de menor consideración, pero el riesgo de muerte y las escenas de pánico sobrevolaron durante varios minutos a los protagonistas de esa situación.

Pablo Roselli es entrenador de arqueros de Ferro y hoy, en diálogo con El Deportivo de La Brújula 24, hizo un relato de aquella triste experiencia que nada tiene que ver con una actividad deportiva en competencia.

“Recién terminamos de entrenar. Estamos en shock, obviamente, y tratamos de ir superando lo que vivimos”, expresó Roselli en el inicio de la charla.

“Yo estaba en el banco de suplentes, a dos metros de Mauricio Romero. Comenzamos a escuchar una balacera del lado de afuera de la cancha; pensamos que eran balas de goma. En un momento el tiroteo se empezó a escuchar enfrente, en diagonal a donde estábamos nosotros, y luego comienzo a escuchar el ruido de las balas pasando cerca. No sabía que las balas hacían ruido en el aire. Cayeron a dos metros nuestro en el pasto, la siguiente golpeó en el banco de suplentes, a un metro mío, y la siguiente le impactó a Mauricio de lleno en el hombro”, indicó.

De ahí en más, todo fue un caos y desconcierto.

“Imagínate el terror que nos causó porque, a partir de ahí, se escucharon muchos más zumbidos e impactos de bala que iban llegando. Por eso todos salieron corriendo para todos lados y atinamos a tirarnos en el túnel como si fuera una trinchera y a levantar a Mauricio como pudimos. No sabíamos qué era lo que nos podía llegar a pasar. Uno no está preparado para ver a un compañero como Mauricio Romero tirado en el piso herido de bala ni para ver a huyendo por sus vidas como corrieron estos chicos”, describió.

Ya en el vestuario, señaló Roselli, comprobaron que la herida que tenía el técnico no era grave, pero surgieron las dudas de cómo iban a poder salir del estadio.

“Se seguían escuchando las detonaciones que venían desde afuera. La policía nos dijo que teníamos que salir, subimos con las cosas corriendo, tiramos las cosas en el baúl del micro y nos tiramos en el piso del micro hasta que salimos de Las Heras”, explicó.