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La producción más rara es la más vista del mundo

El Juego “de la Calamidad”: apertura de debate sobre una serie imposible

De la nada y sin preámbulos, una realización asiática se transforma en el producto más visto del planeta. En La Brújula 24 abrimos el debate, en pocas palabras, para tratar de entender el porqué. Naturalmente, tu opinión en fundamental. ¿Qué pensás?

Por Fernando Quiroga
Especial para La Brújula 24
Miami, Florida, Estados Unidos.

El capitalismo exacerbado es malo; ya lo sabemos, no hay que pensar demasiado para darse cuenta de la metáfora clara y precisa de la nueva realización de Netflix, subida hace tan solo veinte días a la plataforma, hablamos de “El Juego del Calamar”, que se yergue tras este paradigma enunciado. Un juego donde “el que no cumple con las reglas es eliminado” (y lo es literalmente en la ficción) es una clara alusión a la locura del primer mundo y su capitalismo crudo y letal.

La vivencia de un ciudadano medio de Seul, en Corea del Sur; quien es raptado por una misteriosa y extravagante corporación que realiza juegos infantiles con deudores incurables, abre debates en cada sector. Personalmente, creo que la serie (y más allá de comprender las diferencias culturales con las producciones asiáticas), es carente de muchos giros estéticos a los que nuestro consumo diario está acostumbrado; tal vez por ello no nos llegue a cerrar la idea del “Me Gusta” final, como corolario de una expresión positiva.

He visto decenas de opiniones encontradas, y si bien a muchos espectadores les gusta la magia que concreta el director de arte Chae Kyoung, no les termina atrayendo la realización.  Tal vez, incomode mucho (y eso es positivo) lo fastuoso de los escenarios y el colorido extremo (acompañando el juego de chicos como detonante del desastre). Definitivamente, cuando la alusión al universo infantil se relaciona con la violencia o el terror, una impresión desagradable nos embarga; es como si todos nuestros miedos volviesen desde la infancia para tomar nuestro mundo de hoy.

Como fuere, la serie (que naturalmente no es buena ni tiene un buen desarrollo argumental; ni termina de cerrar la idea conceptual que la moviliza) es la más vista del planeta actualmente. Sus actores, son fenómenos intercontinentales impensados y el usuario original de la línea telefónica que se muestra en la serie (un gran error de producción exponer un número real sin evaluar el alcance) denunció recibir más de cinco mil llamadas diarias.

Definitivamente, algo grande está ocurriendo con “El Juego del Calamar”. Definitivamente, habrá que verla, ¿no?

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