Vuelve “Control Z” a Netflix: Nuevos enigmas, desafíos y sorpresas que consagran a la serie adolescente del momento

Por Fernando Quiroga
Especial para La Brújula 24
Miami, Florida, Estados Unidos.

No va a faltar el que diga que al lado de otras series similares como Elite o Gossip Girl, Control Z es un poco flojita. Créanme que se equivoca. Tal vez el modus latino, las rápidas resoluciones dialécticas en el guion, den esa impresión (sobre todo en los diálogos, quizás) pero no es así. La segunda temporada de Control Z es un producto muy bien logrado; perfectamente claro para el teen world y magnético para los consumidores de grandes realizaciones donde, el mensaje y la estética (el qué y el cómo de la realización) son impecables.

El argumento que nos presenta es más que certero: luego de que Sofía y otros desenmascararan al hacker, los problemas de cruda convivencia en el Colegio Nacional, siguen adelante bajo otro rostro que ingresa en la trama; como una justa complementaria donde un nuevo Juez se hará presente en la contienda de egos y justicias postergadas. Frente a la muerte de Luis, otro personaje desconocido llamado El Vengador, recoge el guante para desagraviar la memoria del alumno fallecido.

Comienza un nuevo semestre en el instituto y las posibilidades de olvidar al compañero muerto, serán imposibles. El fatídico nuevo jugador del tablero, tomará el control de las redes sociales de Luis para enviar mensajes amenazantes a todos. Naturalmente, nuestra protagonista, Sofía, volverá a ponerse al frente de las pesquisas, utilizando deducciones mucho más complejas; a la par que el resto debe enfrentar situaciones cada vez más oscuras; ensombreciendo los destinos de todos y cada uno.  

Algunas cosas para resaltar:

Ana Valeria Becerril, (con quien hablamos el año pasado al aire de La Brújula 24) retoma impecablemente el rol de la taciturna Sofía, abordando una versión femenina y teen de Sherlock Holmes. Más allá de las fuertes diferencias, conceptualmente el personaje es deductivo y certero. Si bien la dialéctica adolescente es prácticamente excluyente del público mayor, la estética, el cuidadoso abordaje del cómo se desarrolla la trama, es profundamente atrayente. Nada es obvio, todo es impredecible (algunas resoluciones tal vez no, pero luego de grandes sorpresas y giros inesperados de guion)

Yankel Stevan, en la piel de Raúl, ya confirmado antagonista, (Otro de nuestros entrevistados al aire) resuelve en silencios y con mucha precisión un papel para nada fácil; seguramente tendrá muchas más sorpresas para brindarnos. Su choque de intereses con El Vengador es una línea muy delgada y formidable para analizar.

Macarena García, (La recordada Chica Trans de 100 días para enamorarnos) como Natalia, y sus conflictos frente a los Dealers de droga, son un brillante punto de partida para una trama cada vez más complicada en la secuela.

La utilización de la técnica del racconto al inicio de cada capítulo (excepto el primero), exige una gimnasia interesante para el espectador; no solo nos pone a especular sobre las variables temáticas, sino que hace mucho más atrayente el corazón de la trama general.

Mi recomendación es maratonearla el fin de semana; créanme que, más allá que luego nos quedemos expectantes a una tercera temporada, vale la pena realmente.