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innovación médica

Algunas vacunas contra el Covid podrían ser la llave para una fórmula contra el cáncer

Los expertos creen que en el futuro una sola inmunización podría proporcionar protección para múltiples enfermedades.

La llamada tecnología de vacunación ARN mensajero (ácido ribonucleico mensajero) es el centro de este avance contra el cáncer. Es el mismo método que se utiliza en las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna para combatir el coronavirus. Es una molécula que aparece cuando se copia un tramo de ADN y transporta esta información a la parte de las células donde se fabricarán las proteínas que componen nuestro cuerpo.

“El ARN mensajero tiene instrucciones para producir la proteína del pico de COVID-19 necesaria para que el virus entre en las células del cuerpo. Cuando a una persona se le administra la vacuna, algunas de sus células ‘leen’ las instrucciones del ARNm y, temporalmente, produce la proteína del pico”, señala Harold Enzmann, del Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

Esta es una forma completamente nueva de crear vacunas. Las convencionales funcionan inyectando partes de un virus para “enseñarle” al sistema inmunitario a producir anticuerpos. La vacuna no requiere ningún componente biológico vivo como lo hacen las fórmulas tradicionales. “Esto significa que el procedimiento se puede estandarizar y ampliar para que el desarrollo de la vacuna sea más veloz que los métodos tradicionales de producción”, informaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC).

Los científicos creen que, en teoría, esta tecnología podría utilizarse para diseñar cualquier proteína que el cuerpo necesite para aumentar la inmunidad y combatir enfermedades como el cáncer o las enfermedades genéticas raras.

La idea de una vacuna personalizada contra el cáncer fue promocionada durante mucho tiempo por los expertos que estuvieron experimentando con la técnica de ARNm durante más de 30 años. En la última década, se probó en enfermedades como la gripe, el virus del Zika y la rabia.

Los expertos creen que en el futuro una sola vacuna podría proporcionar protección para múltiples enfermedades, ya que varios códigos del ARNm diferentes podrían colocarse en una sola inyección. Hasta 2020, la tecnología nunca había sido autorizada para su uso en humanos. Pero la pandemia, y el enorme impulso internacional de la vacunación, ayudaron a cambiar este panorama.

En noviembre, se demostró que la vacuna Pfizer-BioNTech contra el COVID-19 era 90% eficaz para prevenir enfermedades graves en pacientes, un resultado mucho mejor de lo que cualquiera esperaba. BioNTech ahora está al frente de la investigación para crear la primera vacuna universal contra el cáncer. Una de las iniciativas con el uso del ARNm se lleva adelante en el Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas.

BionNTech actualmente tiene diez vacunas contra el cáncer de ARNm en diferentes etapas de los ensayos, pero todas se fabrican de la misma manera. Ozlem Tureci, cofundador y director médico de la firma, sugirió que si todo va bien en los ensayos, las vacunas que actuarían en la lucha contra tumores podrían estar listas “en los próximos dos años”.

Por más mala que sea esta experiencia de la pandemia, algo positivo se puede rescatar. Porque la revolucionaria tecnología ARNm no sólo se piensa en tratamientos contra el cáncer sino también en otras enfermedades como el HIV, la esclerosis múltiple, la tuberculosis, la malaria e incluso la gripe estacional (influenza) que podrían ser tratadas con este tipo de inoculaciones.

Fuente: TN

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