Un nene cayó en una alcantarilla sin tapa y terminó en el hospital

En las últimas horas, no fueron pocos los reclamos de vecinos que dan cuenta de los faltantes de tapas de medidores, alcantarillas y bocas de tormenta en distintos puntos de la ciudad. De hecho, días atrás LA BRÚJULA 24 informó sobre una persona que terminó "cayendo" con el auto en un pozo ubicado en Salinas Chicas y Alberdi, en Villa Muñiz.

Pero el problema persiste. Esta mañana, el contestador de la emisora se llenó de mensajes que reflejan la continuidad de esa problemática. "Mi sobrino cayó en una cloaca que estaba sin tapa, tapada con unas maderas, y aún esta en el Penna esperando estudios por dolores", contó uno de los lectores. Y agregó con indignación: "Lo alcanzaron a sacar de los deditos, se golpeó la espalda y la cola con piedras que estaban adentro". En rigor, hace referencia a un niño de seis años, cuyo accidente se registró en el sector delimitado por las calles Maestro Piccioli y Drago.

"Se podría haber matado"

Zulema, mamá del chiquito, habló con el programa "Bahía Hoy" y dijo que "vine al lugar porque no sabía qué había pasado. El pozo está tapado con dos ruedas de camión y una madera. Mi hija empezó a gritar para llamar a los bomberos, pero su pareja lo pudo rescatar. Ella todavía está con trauma, susto y dolor de pecho".

"El nene cayó sentado, por suerte había poca agua. Tiene una lesión en el coxis que no se veía en la radiografía. No se puede sentar, agachar ni flexionar las piernas. Podría haberse golpeado la cabeza porque había unos fierros del costado", remarcó.

Y sentenció: "Si no está la tapa, deberían haberlo señalizado. Él vio las ruedas de camión y saltó encima. Ahora estamos esperando volver al traumatólogo para ver cómo evoluciona de la lesión. Agradezco a Dios y la Virgen que estuvieron con mi nene".

Los roba tapas

Otro de los mensajes que llegaron al medio refleja el accionar de un ladrón de tapas. Fue en 20 de Septiembre al 1200, y el material muestra cómo un sujeto que se desplazaba en un Peugeot 504 frena de golpe, se baja y retira la estructura, para luego continuar con su camino.

"Así quedó, con riesgo de que alguien meta el pie", dijo el remitente, que prefirió no dar su nombre.