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Agarrate Catalina

Moxie: el manifiesto feminista adolescente que logra su cometido

Dirigida por la temeraria Amy Poelher, Moxie es un producto directo, tal vez de carácter “pizzero”o “pochoclero” para muchos puristas. El filme, refleja la lucha feminista desde la óptica adolescente, en un mundo que, a diferencia del de décadas anteriores, no se calla ante el patriarcado.

Por Fernando Quiroga
Especial para la Brújula 24

Lo primero que debo decir, claramente, es que Moxie es una Teen Movie. Está diseñada para jóvenes; se establece claramente en su discurso, un dechado de particularidades específicamente concatenadas para elaborar una idea de Female Power en una platea sub 20. Y eso, créanme, no es tan fácil de hacer como se cree. Si bien hay giros de guion, situaciones dramáticas que chocan por la inmediatez de una arenga simple en la narrativa, todo suma en virtud de proteger y favorecer una causa social que, por más que se diga que está consolidada, aún no es así.

La prueba es, justamente, esta película; adalid de ideas que parecen haber saltado tímidamente de la sugerencia a la acción real.

Una buena manera de asumir lo que la película busca se manifiesta al inicio, cuando una nueva estudiante llega al instituto y no está dispuesta a dejarse atropellar por el sexismo y el ámbito tóxico que parecen acaparar la convivencia común. Ese, es el punto de partida para que se manifieste el despertar interior de otra estudiante al ver que, lo que tenía asumido como normal, no debería serlo. Allí nace la publicación casera conocida como fanzine; justamente Moxie.

Definitivamente es una película agradable, si se quiere POP, lo que no quiere decir que la menoscabamos en el concepto; definitivamente, no se puede estar viendo continuamente La lección de Piano… esta película es simple, tal vez pueda ser considerada de entretenimiento, para matar el tiempo, pero cuidado; quizás aquí no sea el cómo está hecha, sino lo que dice, lo que nos hace prestar especial atención. No vamos a morirnos de risa, pero tiene cierta comicidad ultra sana que, conjugada con la reflexión, nos recuerda las películas con moraleja de los 70 y los 80.

A mi me gustó, con sus obviedades y temas tratados por arriba; como si lo que se estuviera diciendo, se dijese de esa forma para llegar a los lugares indicados.
Véanla porque no defrauda.

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