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El escenario más temido

En Cipolletti excluyen a un paciente por la saturación del sistema sanitario

Luis Anastassi, de 80 años, es oriundo de Fernández Oro y fue derivado a Cipolletti. Se evalúa trasladarlo a Viedma.

Casi seis meses después de confirmarse el primer caso de coronavirus en la Argentina, ocurrió el escenario más temido: por primera vez un paciente no recibió la atención médica que necesitaba porque se saturó el sistema sanitario. El caso ocurrió en Cipolletti (Río Negro), donde el cuadro amenaza con complicarse aún más.

El paciente es un hombre de 80 años que quedó internado en Cipolletti, donde recibe oxígeno, pero no accedió a un respirador automático porque el hospital local cubrió toda su capacidad, por lo que se aplicó el protocolo de bioética. El hombre, identificado como el pastor Luis Anastassi por el Diario de Río Negro, es oriundo de la localidad de Fernández Oro, de donde había sido derivado a Cipolletti ante el agravamiento de su cuadro.

“Estamos pidiendo por un respirador para Luis. nuestra gente se nos está muriendo y no tenemos nada”, indicó el presidente de la Asociación de Pastores de Río Negro, Fabio Huenchunao, en declaraciones al diario rionegrino.

El paciente no presentaba enfermedades de base, pero el contagio con el Covid-19 le causó una neumonía bilateral, quedó alojado en Cipolletti mientras se evalúa trasladarlo a Viedma, la capital provincial.

“Estamos buscando la cama”, reportó la directora del hospital, Claudia Muñoz, quien detalló que no hay disponibilidad de más camas de terapias intensivas en el sistema de salud y además señaló que hay que “priorizar”. “Yo lo entiendo porque es muy duro, puede ser mi papá, pero en Cipolletti hoy no tenemos camas”.

La situación en Río Negro resulta así la más dramática que se presenta hasta hoy en la Argentina desde que se detectaron los primeros contagios por coronavirus, a principios de marzo, aunque otras provincias afrontan distintos grados de dificultad.

La provincia de Jujuy se encuentra cerca de la saturación de su sistema sanitario, aunque durante los últimos días sumó 42 nuevas camas con oxígeno para pacientes críticos y otras 12 plazas con respiradores, y recibió el apoyo de profesionales enviados por la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI).

“Estamos complicados para conseguir camas a pesar de las que hay en el sector público y privado”, explicó el ministro de Salud jujeño, Gustavo Bouhid, que indicó que instrumentan todos los esfuerzos, pero que instalar nuevas camas “no es tan fácil”.

En la provincia de Buenos Aires, en tanto, desde el Ministerio de Salud indicaron que el sistema “resiste, pero cruje” en ciertas localidades, pero que aún no llegó a su saturación, en tanto que el viceministro Nicolás Kreplak urgió el viernes a 156 responsables de hospitales en todo el distrito a instrumentar de inmediato los comités de bioética.

En esa línea, un hospital de La Plata estuvo cerca de convertirse en el primero de la provincia en tener que excluir de la atención crítica a un paciente con coronavirus por falta de capacidad. Se trató de un hombre que, al igual que el paciente de Río Negro, presentó un cuadro de neumonía bilateral al que se evaluó sedarlo hasta que, a último momento, se encontró una cama disponible para derivarlo.

“No se trata solo de ‘fierros’, sean camas o respiradores. También se requiere personal especializado”, indicó un experto en bioética que asesora al Gobierno nacional, para luego estimar que hay sólo 3000 profesionales intensivistas en el país, de los que muchos ya se contagiaron con Covid-19 y quedaron por un tiempo -o aún se encuentran- de licencia.

(Fuente: La Nación)

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