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La palomita de Manu, esa dulce, merecida y recordada revancha

Fue una de las jugadas más increíbles y festejadas de todo el deporte argentino. El 15 de agosto de 2004, una maniobra audaz del crack bahiense quedó inmortalizada para siempre. Entrá a la nota y volvé a emocionarte.

Es una de las jugadas más electrizantes, increíbles, festejadas y recordadas del deporte argentino. Es que hace 16 años, un 15 de agosto de 2004, Emanuel Ginóbili realizaba una jugada extraordinaria que quedó inmortalizada para siempre entre los grandes recuerdos del deporte argentino: la palomita.

El marco eran los Juegos Olímpicos de Atenas, en los que el seleccionado argentino de básquetbol terminaría ganando una histórica medalla dorada, y el rival Serbia y Montenegro, equipo con el que se venía de perder la final del Mundial de Indianápolis 2002, con una jugada que todavía se protesta. 

Arte en el movimiento de Manu para anotar ese tiro que parecía imposible.

Sin embargo, aquel día, la dulce revancha le perteneció a Argentina. Y de la manera más hermosa que se pueda imaginar: con el último suspiro. Faltaban 3 segundos y 8 décimas y el partido ante los balcánicos se acababa con victoria para los europeos por 82-81.

Pero, en ese instante, la magia se hizo presente. Argentina salió del fondo, Alejandro Montecchia avanzó por la izquierda y le dio el pase a Ginóbili que entraba por el centro. Con un hombre encima y el tiempo a punto de consumarse, el crack bahiense se tiró de palomita para evitar la marca y lanzó la pelota que ingresó al aro y significó un histórico triunfo por 83-82.


Lo casi imposible se hacía realidad porque, cuando en Atenas parecía que se repetía la película de Indianápolis y el reloj le daba la victoria a los europeos, apareció Manu con toda su magia para que se consume la ansiada venganza deportiva.

Luego, el alocado festejo de todos los jugadores haciendo una montaña humana sobre Ginóbili y la corrida descontrolada de Rubén Magnano, el entrenador cordobés, dándole el cierre perfecto a ese sensacional desenlace.

Ese encuentro fue el primero del camino hacia la medalla de oro que llevó a ese grupo de jugadores a convertirse en la Generación Dorada, en lo que fue un antes y un después en el básquetbol y, por qué no, en el deportes argentino.

Fuente: Depo.com

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