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la columna de santiago

“En este tiempo hay que ser respetuoso, pero también hay que vivir y eso cuesta”

La columna semanal de Rafael Emilio Santiago en LA BRÚJULA 24, una mesa de café virtual con el periodista Germán Sasso, abordó la temática del coronavirus, una pandemia a nivel mundial que causó desastres en distintos puntos del globo terráqueo, incluso en países presuntamente del primer mundo, donde era impensado que el brote causara tantos fallecidos.

Un resumen de su análisis

“Todas las noticias de estos días, no muchas alentadoras, parecieran diluirse ante la suma de víctimas fatales por el coronavirus. Hasta ahora el país más poderoso. Pasó los 100 mil muertos por la pandemia y es la nación por lejos más castigada. Para mi es sorprendente, uno podía esperarlo de la zona más marginal de África, pero no de Nueva York”.

“Repasando las guerras, que dicho sea de paso se anotaron en todas, o intervenciones por decirlo de manera elegante, esto se aproxima a la cantidad de bajas en la Primera Guerra Mundial. Más allá de que a uno le cuesta confiar en las cifras que ellos brindan, los observadores más destacados desde Washington hablan de improvisación, arrogancia e increíblemente falta de recursos”.

“La portada del The New York Time publicando en tapa los obituarios del 1% de los muertos es impactante. Me cuesta entender este presente. No hay que ser egoísta y mirar el ombligo propio. Estoy inhibido por una cuestión de edad y lo acepto pero el responsable del área de salud a nivel nacional tiene casi la misma edad que yo y se mueve para todos lados. Incluso, tuvo un aviso días atrás cuando pasó por el hospital”.

“Mi hija es profesional y no está ejerciendo. Mi hijo se dedica a la venta de ropa y ve que en distritos vecinos como Punta Alta los comercios pueden abrir. La pregunta es por qué. Ninguno de los dos es rico y famoso y puede salir al exterior como Susana Giménez que, incluso, te lo cuenta, es la mejor crítica del país. Parece que algunos toman más agua bendita que otros”.

“No discutimos un banco para el pibe para el secundario o un préstamo más o menos acomodado. El tema es más serio, entonces uno se contiene porque tal vez no hay otra manera. Es difícil planificar ante algo desconocido y que no se sabe cuándo va a terminar. Noto cierta crispación en gente que debería estar más serena. Lo que pasa en Estados Unidos es la mayor evidencia de que este presente además de inédito, es muy complicado”.

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