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le amputaron una pierna

El desgarrador relato del carnicero baleado por la pareja de la “poliladron”

Omar Bonvetre recordó la entradera ocurrida en 2014. “Es increible que esté libre y no me hayan notificado; no lo larguen nunca más”, lamentó.

Omar Bonvetre habló esta mañana con LA BRÚJULA 24.

El año 2014 para Omar Bonvetre fue, quizás, el peor para él en lo personal. En aquel entonces, quien es carnicero de profesión fue víctima de un asalto en el que recibió varios disparos. Si bien logró sobrevivir, por la gravedad de las heridas, los médicos debieron amputarle una de sus piernas.

Hoy, Bonvetre está reviviendo buena parte de aquella pesadilla. El único detenido por aquel violento episodio es Mario Jorge Rodas, quien ahora está nuevamente arrestado a raíz de una entradera ocurrida horas atrás en el barrio Palos Verdes.

Incluso, Rodas es la pareja de Yamila Melisa Moa, una agente de la Policía Local que –según mencionó esta mañana el jefe de la Departamental Claudio Petrizán– le suministraba el arma reglamentaria y el chaleco para que fuera a delinquir.

“No puedo creer que esté libre y enterarme por los medios. Aquel día llegué a mi casa, este tipo era uno de los que estaba adentro. Me pegaron cuatro tiros, tres en la pierna y uno en el brazo. Durante mucho tiempo no podía dormir y me tuve que mudar. Enterarme de esto es muy duro”, reflexionó en LA BRÚJULA 24 el comerciante que hace cinco años sufrió el hecho de inseguridad en el barrio Vista Alegre.

Y reconoció: “Pensé que estaba preso, pero ahora me doy cuenta que podría haber vuelto a asaltarme. Estuve a punto de morirme, me salvaron los médicos. Mi hermano en aquel entonces cuando ocurrió el asalto logró retenerlo después de perseguirlo”.

“A mi me cuesta ponerme la pierna y venir a trabajar. Enterarme de esto es tremendo. Es algo que no se puede creer. Tenia entendido que le habían dado entre ocho y diez años de prisión, pero no lo tenía claro porque nadie me notificó. Dios quiera que no lo vuelvan a soltar”, concluyó indignado y con el resquemor de tener que volver a vivir aquel traumático hecho.

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