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Espectadores “espías”, mensajes y propuestas turbias: el acoso a Schwartzman

El Peque se sumó a la lista de tenistas que denuncian diferentes tipos de acoso por parte de los apostadores. Guido Pella ya había expresado su fastidio.

Luego de que Diego Schwartzman denunciara las amenazas que recibió en las redes desde @mora.r19, supuestamente de una persona de Sevilla, esa cuenta desapareció de Instagram y no quedan rastros, al menos visibles, de su accionar.

“Esto es lo más normal que nos ocurre después de un partido”, cuenta un tenista que pidió reserva.

“Constantemente recibimos este tipo de amenazas. Estos tipos son los mismos que cuando ganaron dinero apostando en tus partidos, a favor o en contra tuyo, te felicitan y cuando pierden te llenan de insultos. Es así y no paran”.

Otro tenista consultado contaba la anécdota insólita: “Una vez, me escribió un hombre en las redes que por mi culpa había perdido 3 mil dólares, que por favor le mandara 5 mil para poder alimentar a su familia”. Relatos que pueden sonar hasta divertidos a la distancia pero que, en el momento y de manera reiterada, pasan a ser una molestia y una preocupación para los jugadores.

Pero Schwartzman no es el primero en denunciar este tipo de ataques en las redes. El bahiense Guido Pella, hace varios años se acercó a la ATP para mostrarle las amenazas de las que era objeto en Twitter y el reclamo que le hacían diferentes apostadores, un mal que parece lejos de estar por erradicarse.

Desde los organismos del tenis dicen estar luchando contra estas mafias de las apuestas, pero cada día adquieren mayor exposición, ya sea por apostadores en solitario o por grupos organizados como el que se desmanteló en España en enero de este año compuesto por más de 80 personas y en las que estaban implicados unos 28 jugadores.

El objetivo de estas personas es la de favorecer a algún apostador en particular o a un grupo de ellos, en especial. Su forma de operar, generalmente, es la presencial. Llegan a un torneo y mediante alguno de los dispositivos portátiles envían información a quien lo haya contratado. Precisan estar en el lugar para tener visión directa con lo que sucede y de esa manera comunicar el estado de cada partido: si hay alguno lesionado, si tiene un buen o mal día, o si cumple o no el acuerdo -si es que el partido fue arreglado-. Además, como en el tenis existe la posibilidad de apostar punto por punto, aprovechan el delay que existe en la comunicación y puesta del resultado en línea, para realizar apuestas express con sus dispositivos, antes de que aparezcan online.

Otra práctica es la presencia de diferentes personajes que llegan para contactar, directamente, a los jugadores para intentar arreglar partidos. Para eso, suelen utilizar a jugadores de muy bajo ranking y sin expectativas de triunfar. Ellos son los encargados de ofrecer dinero y beneficios a cambio de que entreguen partidos, de que ganen determinada cantidad de games o alguno de los sets.

Los jugadores son conscientes de esta forma de operar que tienen en los torneos. Preocupado por este tema, el tenista argentino Andrea Collarini reconoció que “los más chicos están expuestos todo el tiempo a que se les acerque alguien. Hay torneos en los que no se cobra entrada y termina ingresando cualquiera. Eso le abre la puerta a que suceda cualquier cosa”.

En un intento de paliar estos problemas, hay tenistas que proponen que sólo se permitan las apuestas a partir de los torneos challenger. “Si los más vulnerables y accesibles son los que juegan los torneos que antes se llamaban Futures, que no se permita apostar más en esos torneos. En los challengers hay cámaras y micrófonos con los que se pueden corroborar muchas cosas dentro de un partido y resultaría mucho más difícil que se lleven a cabo”.

Dentro del mundo del tenis hay quienes sostienen que se retiren las apuestas sobre este deporte, sin embargo, fue una casa de apuestas online la que apareció en el fondo de la cancha como auspiciante principal de Hamburgo, cuando parecía que el certamen alemán desaparecería. Además, las casas de apuestas no sólo son sponsors de algunos torneos, sino que también le permiten a la Federación Internacional de Tenis cubrir un 25% del total de los premios de los torneos Men’s y Women’s (antes denominados Futures).

Las apuestas y el acoso a los jugadores por las apuestas, no es algo que sólo quede en las redes de los dispositivos móviles de los tenistas.

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