Condenan a 3 años al hombre que amenazó a periodistas de La Brújula 24

La Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal -Sala I- del Departamento Judicial bahiense revocó en las últimas horas la absolución de Pablo Javier Herold, el sujeto que amenazó a Germán Sasso y otros periodistas de La Brújula 24.

Los magistrados Pablo Hernán Soumoulou y Gustavo Ángel Barbieri desestimaron el fallo de primera instancia dictado por la jueza Susana González La Riva, quien absolvió de culpa y cargo al imputado al entender que todo se trataba de "una broma de mal gusto".

Cabe destacar que esa resolución fue apelada por la fiscal Agustina Olguín.

En sus argumentos, Soumoulou y Barbieri dejaron en claro que los dichos del acusado buscaban intimidar, por lo que fue condenado a tres años de prisión de ejecución condicional por el delito de coacción agravada. Además, deberá cumplir con una serie de reglas de conducta.

La Cámara de Apelaciones fue clara. Aplicó el derecho y el sentido común, ausentes en primera instancia. pic.twitter.com/khi8GnL61Y

— Germán Sasso (@SassoGerman) October 8, 2019

Para los jueces, el uso de términos como "la calle está jodida", "tienen que tener cuidado a quien acusan, todos tenemos familia", o bien "la cortan porque se las van a ver negras", lejos estuvieron de tratarse de un chiste.

Indicaron, además, que "si -Herold- no logró su objetivo de 'salir al aire', hubiese bastado con dejar otro mensaje en el contestador aclarando el alcance de sus mensajes anteriores y además identificándose. Pero nada de ello sucedió".

Reglas de conducta a cumplir por un período de cuatro años:

• Fijar residencia y someterse al cuidado del Patronato;
• Abstenerse de tener contacto con la entidad radial "La Brújula 24" y con el denunciante de autos, por resultar autor penalmente responsable del delito de coacción.

La absolución

La jueza en lo Correccional y Criminal Susana González La Riva resolvió a mediados de abril absolver de culpa y cargo a Pablo Javier Herold. En esa oportunidad, la magistrada dijo que las frases antes mencionadas no se correspondían con un delito.

Cabe recordar que esas manifestaciones habían sido vertidas de manera anónima y reiterada por Herold desde un teléfono con un chip adquirido especialmente para realizar esas llamadas. Es decir que utilizó un número distinto al suyo para llevar a cabo la maniobra.