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los días de abot

Fue goleador de la Liga del Sur y ya vivió en 12 países gracias al fútbol

El jugador que brilló en la Liga del Sur contó sus sensaciones de una carrera llena de emociones lejos de su familia y amigos. Un trotamundos.

Nicolás Abot ante un nuevo desafío en Tailandia.

Hace quince años, la vida de Nicolás Abot era como la de muchos futbolistas jóvenes que sueñan con llegar a triunfar. Los sacrificios y el esfuerzo en cada entrenamiento parecía ser la única fórmula que acompañe al talento para lograr su objetivo.

Sin embargo, a partir de la decisión de haber dejado Bahía Blanca donde vistió la camiseta de Olimpo, Sporting y fugazmente Pacífico de Cabildo, todo cambió. Y comenzó con una vertiginosa carrera que llevó a este joven de 33 años a vivir en doce países distintos.

“Encontré la pasión y soy insistidor. El amor eterno por este juego me permitió vivir de lo que amo”, mencionó en LA BRÚJULA 24 Abot, desde Krabi, una de las principales ciudades turísticas de Tailandia: “Ya pasé las feas, ahora me tocan las lindas que están relacionadas también con disfrutar del buceo que me encanta”.

Aquel chico nacido en General La Madrid resumió su carrera: “Después de haber jugado en mi pueblo y en Coronel Suárez, pasé por los tres equipos de la Liga del Sur y por el Deportivo Italiano. Luego en este orden estuve en Costa Rica, Venezuela, España, Uruguay, Italia, Bolivia, Letonia, Indonesia, Australia, Nueva Zelanda y Malta. Y en el medio algunos regresos al Gran Buenos Aires y Olavarría”.

“Uno siempre quiere más en lo deportivo, he vivido en ciudades difíciles y no siempre he priorizado lo económico. Para mi el fútbol es disfrute. Admito que es rara mi carrera pero lo más importante que me llevo son las amistades. Hoy tengo las puertas abiertas en cualquier parte del mundo porque siento que dejé conocidos en todos lados”, resaltó el goleador en “El Deportivo 24”.

Más allá de admitir que tiene anécdotas para escribir un libro, sintetizó que “una de las cosas más llamativas me tocó vivir en Letonia con el tema de las apuestas. Ahí se hablaba en ruso y todo se hacía por atrás, yo no dominaba el idioma. Recuerdo que fuimos a jugar un amistoso contra el Palermo de Dybala, viajamos como 20 horas y los dirigentes vendieron el partido”.

“El último partido jugábamos contra el puntero. Hice un gol a los 20 minutos, corrí para festejarlo y se me acercó el capitán para decirme ‘no tendrías que haber hecho el gol ahora’. Jamás se me hubiese cruzado por la cabeza estar mano a mano con el arquero y tirarla afuera”, recordó con un tono de resignación, aunque a la distancia esbozando una sonrisa.

Sin embargo, la más fuerte fue la vivida en Italia: “Arreglé con un equipo por tres meses donde el objetivo era ascender. No se pudo lograr y cuando quise reclamar que me paguen, el presidente me echó de mi casa apuntándome con un cuchillo. Me hizo ir a una plaza y él daba vueltas de la manzana con el vidrio bajo mirándome de reojo. Bien mafioso”.

“Tengo el mismo mate que compré en 2009, en Formosa, cuando fuimos a jugar con Sporting para no descender al Argentino B. Es mi compañero de todos mis viajes. Resistió todos los controles de los aeropuertos porque les mostraba una foto de Messi o del Papa Francisco tomando mate”, finalizó Nico.

Escuchá la entrevista completa a Abot

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