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ACTO POR EL 25 DE MAYO

Gay pidió “un diálogo sincero para lograr consensos y deponer actitudes soberbias”

El intendente encabezó el acto por el Aniversario de la Revolución de Mayo. “Con unidad y educación iremos superando problemas que han sido una continuidad cíclica de nuestra historia”, enfatizó. Y habló de la grieta.

El intendente Gay tuvo a su cargo el principal discurso en el acto oficial por el 25 de mayo.

El intendente de Bahía Blanca Héctor Gay encabezó este sábado en la Plaza Rivadavia el acto oficial en el marco de los festejos por el 209º Aniversario de la Revolución de Mayo.

En un discurso que se extendió por espacio de algo más de siete minutos, el jefe comunal hizo un repaso de la historia y trazó paralelos con el presente, recordando que en aquel entonces existían “enormes grietas”.

El intendente de Bahía Blanca Héctor Gay encabezó esta mañana en la Plaza Rivadavia el acto oficial en el marco de los festejos por el 209º Aniversario de la Revolución de Mayo..

En un discurso que se extendió por espacio de algo más de siete minutos, el jefe comunal hizo un repaso de la historia y trazó paralelos con el presente, recordando que en aquel entonces existían “enormes grietas”.

El intendente de Bahía Blanca Héctor Gay encabezó esta mañana en la Plaza Rivadavia el acto oficial en el marco de los festejos por el 209º Aniversario de la Revolución de Mayo.

En un discurso que se extendió por espacio de algo más de siete minutos, el jefe comunal hizo un repaso de la historia y trazó paralelos con el presente, recordando que en aquel entonces existían “enormes grietas”.

“Saavedra era un hombre que nació en lo que hoy es Bolivia. Matheu y Larrea eran catalanes y sin embargo se encolumnaron al frente, lo propio ocurría con Brown. Esa era la Argentina de hace 200 años y esa es la de hoy, por suerte. Hay muchos motivos para sentirnos orgullosos de ser argentinos”.

“Es cierto que todos los días nos quejamos, despotricamos, decimos que nuestro país no tiene solución, pero también tenemos motivos suficientes para sentir orgullo y no lo debemos manifestar solamente hoy con los colores de la Patria por todos lados o en una gesta deportiva importante”.

“Me parece que todos los días hay motivos como para sentirnos orgullosos. Por supuesto que siguen los problemas y tenemos enormes desafíos. Pensaba cuánto se habla hoy de la grieta, pero repasemos aquel momento de la historia y las enormes grietas que había”.

“En un proceso que tuvo un hito esencial como el 25 de mayo de 1810, pero que había empezado mucho antes y terminó después. Un proceso que quizás podamos situar por 1806 o 1807, esa primera unión de los argentinos, básicamente de los porteños, para rechazar las invasiones inglesas”.

“Que después se fue acrecentando y reafirmando lejos de nuestra Patria con aquellos movimientos europeos liderados por Francia, que empezó a cambiar el mapa y las reivindicaciones y que tuvo profundos cambios en España, los cuales contribuyeron a que desembocara en aquellos días de mayo”.

“Y que no terminaron allí porque entre el 25 de mayo de 1810 y el 9 de julio de 1816 pasaron muchas cosas. Pero estuvo ese espíritu. Y el pueblo argentino de entonces fue capaz de torcer rumbos y voluntades”.

“Aquel día de la Plaza de Mayo de 1810 no había más de 200 personas, y sin embargo tenían una fe inquebrantable en cambiar el rumbo de la historia cuando el día anterior le habían dicho que pese a todos los movimientos, había una nueva Junta que seguía al frente de Cisneros”. 

“Y la rechazaron. Y había grietas, porque obviamente había corrientes diversas, había quienes priorizaban sus negocios y les convenía que el status quo continuara. Algunos negociaban con España, otros con Inglaterra. Tenían poder, estaban en el centro del poder que seguía siendo Buenos Aires”.

“Pero había una voluntad férrea de la emancipación. Y se logró, no sin esfuerzo y sacrificio. La situación que a veces hoy nos lleva a despotricar sobre esta realidad no es tan distinta de aquello, por supuesto en un contexto distinto. Los desafíos siguen teniendo mucho que ver con aquellos de 1810. Y quizás el camino no sea tan diferente”.

“Aquí, recién el padre Adrián hablaba de la sabiduría del diálogo. Y quizás esto es lo que nos esté faltando. Un diálogo sincero, que nos lleve al consenso, que deponga actitudes soberbias y que nos permita encaminar un país que tiene todo para ser mucho mejor de lo que es”.

“Un país que tiene un factor humano excepcional y recursos. Pero que ha sufrido muchas veces por esa falta de diálogo o egoísmos sectoriales que tan mal nos han hecho. Siempre estamos a tiempo de rectificar rumbos, pero bajo algunos parámetros que deben ser fundamentales”.

“El diálogo, la unidad, la educación, solamente de esa manera vamos a ir superando estos problemas que, a veces, nos parecen ahogar, pero que quizás han sido una continuidad cíclica, en estos 209 años de historia. Cada uno puede aportar desde el lugar que nos depara el momento para avanzar hacia una Argentina mejor”.

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